López Obrador, en el poder desde diciembre de 2018, ha hecho de la austeridad uno de los ejes de su política económica.
"Yo soy partidario de que se reduzca el gasto del Gobierno, porque aún con la austeridad republicana todavía hay mucho gasto superfluo en el Gobierno. Hace falta reducir más el gasto del Gobierno", dijo el olítico tabasqueño en su habitual rueda de prensa matutina.
En diciembre López Obrador aseguró que el gasto del área de Presidencia había caído hasta 350 millones de pesos (17,722 millones de dólares) desde los 3,600 millones del último año del mandato de su antecesor, Enrique Peña.
Según López Obrador, "este año tiene que ser un año destinado a seguir fortaleciendo la política de austeridad republicana". "No a la corrupción y no a los lujos en el Gobierno", afirmó.
México ha destacado por ser uno de los países del mundo y la región en dedicar menos recursos públicos a aliviar la crisis económica, al destinar menos del 1% del PIB, según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
López Obrador ha defendido su fórmula económica de no contraer deuda para "rescatar a los de arriba", como ocurrió en el "periodo neoliberal".
Economistas consultados por Expansión han dicho que uno de los principales retos del gobierno para este nuevo año es alcanzar un equilibrio entre la estabilidad fiscal y el apoyo a los hogares y negocios más afectados por la pandemia, además de evitar caer en subejercicios grandes en el gasto del gobierno, o políticas poco ortodoxas que generen más cautela entre consumidores y empresas.
Cifras de Banco Base señalan que, en octubre, el gasto público del gobierno present´ó un subejercicio de 6.8% de acuerdo a lo programado originalmente.
Con información de Reuters