Estas previsiones dependen de cuánto avance la contención de la pandemia, así como de las medidas de apoyo en las economías avanzadas y las decisiones de los principales productores de materias primas, precisó el organismo global.
"El crecimiento mundial ha sido más fuerte de lo esperado hasta ahora y se están llevando a cabo campañas de vacunación, y estas tendencias han impulsado los precios de las materias primas", dijo Ayhan Kose, vicepresidente interino de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Banco Mundial, y director del Grupo de Perspectivas.
Crecimiento perderá impulso
"Sin embargo, la durabilidad de la recuperación es muy incierta", subrayó.
Kose instó a las economías de mercados emergentes y en desarrollo, tanto exportadores como importadores de materias primas, a "fortalecer su resiliencia a corto plazo y prepararse para la posibilidad de que el crecimiento pierda impulso".
Para el petróleo, que tras mínimos históricos subió por la recuperación económica y los recortes de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios, el Banco Mundial proyecta una estabilización de la demanda en 2021, con un precio promedio de 60 dólares el barril en 2022.
En cuanto a los metales, estima que los precios cederán parte de las ganancias de este año a medida que el crecimiento impulsado por los paquetes de estímulo desaparezca gradualmente en 2022.
El plan de infraestructura previsto en Estados Unidos podría sostener los precios de los metales, incluidos el aluminio, el cobre y el mineral de hierro, dijo.
Respecto a los precios agrícolas, que aumentaron sustancialmente este año impulsados por la fuerte demanda de China y la escasez de oferta en Sudamérica, el Banco Mundial anticipa que se estabilicen en 2022.
Sin embargo, el reporte recalca que la pandemia seguirá pensando en la inseguridad alimenticia en 2021 y 2022.
"Aunque los mercados de productos alimenticios están bien abastecidos a nivel mundial, el COVID-19 ha afectado gravemente a los mercados laborales y alimentarios locales en todo el mundo, reduciendo los ingresos, interrumpiendo las cadenas de suministro e intensificando los problemas de seguridad alimentaria y nutricional que estaban presentes incluso antes de la pandemia", dijo Kose.