Para hacer el comparativo, el IMCO mide 10 factores como son tecnología, seguridad, uso de recursos naturales, salud y educación, democracia, gestión gubernamental, mercado laboral, economía, conectividad y turismo.
"La pandemia trajo a México grandes daños, lamentablemente, cientos de miles de personas perdieron la vida, otros han quedado con secuelas importantes y sin dudas es en el ámbito sanitario donde el daño ha sido mayor", dijo Valentín Díez Morodo, presidente del consejo directivo del IMCO.
Los estados más competitivos tienen un PIB per cápita de 279,000 pesos, mientras que los menos competitivos tienen un PIB per cápita de 87,000 pesos.
Pese a que los primeros y los últimos lugares en el índice no cambiaron mucho respecto a 2019, hubo cinco entidades que cambiaron drásticamente de posición.
Mayores caídas
Entre las entidades que más posiciones cayeron estuvo Hidalgo (-5), esto se debió a una mayor percepción de inseguridad, menos interacción con el gobierno y desigualdad social.
Chihuahua bajó cuatro escalones ante la falta de centros de innovación, mayores agresiones a periodistas y un aumento de secuestros y homicidios. El tercer estado que más retrocedió en competitividad fue Quintana Roo ante la caída de su PIB, menor empleo, la pérdida de superficie cubierta por árboles y menos servicios de telefonía móvil.
Sinaloa escaló siete peldaños gracias a su reducción de la deuda, la reducción de agresiones a periodistas y su mejora en innovación. Tamaulipas también destacó por subir tres posiciones gracias a la mejora en la percepción de seguridad, mejoras en la economía y acceso a instituciones de salud.