Bruselas busca de esta manera dotarse de las herramientas para bloquear una compra o el acceso a un mercado público si una empresa extranjera se encuentra muy subvencionada.
Esta gestión se inscribe en el marco de un endurecimiento de Europa ante China, su segundo socio comercial tras Estados Unidos, con el que se esfuerza por mantener un equilibrio económico y diplomático.
Wang Wenbin, vocero de la diplomacia china, solicitó este jueves a la Unión Europea que "reduzca las barreras comerciales" y "no añada nuevas".
Bruselas debe "facilitar el intercambio comercial y las inversiones" para que empresas extranjeras, en particular chinas, "se desarrollen en Europa", apela Wang.
El texto preparado por Bruselas no tiene oficialmente por objetivo contrarrestar a un país en concreto, pero fuentes europeas están de acuerdo en que las inquietudes respecto a China están en el centro de éste.
La propuesta ahora debe ser examinada por el Parlamento Europeo y los Estados miembros.
Esto tiene lugar en medio de un enfriamiento de las relaciones entre Bruselas y Beijing, tras sus divergencias sobre derechos humanos en la región mayoritariamente musulmana de Xinjiang.
La última señal de tensión: la Comisión Europea suspendió sus esfuerzos para que los Estados miembros y el Parlamento ratifiquen un acuerdo de inversiones concluido con China a fines de 2020, tras siete años de discutirlo.
Escúchanos
China indicó este jueves que está "dispuesta a mantener comunicación" con la UE sobre este asunto y solicitó a Bruselas "que envíe señales positivas" apoyando "una economía global abierta".