Recortar gastos en obra pública genera consecuencias en materia económica y social, y esto se refleja en la baja y lenta actividad económica, especialmente a raíz de la menor captación de los ingresos petroleros.
En 2014, los ingresos petroleros generaban el 30.7% de todos los ingresos del sector público, en 2015 bajó a 19.8%, y ya en 2020 representaban el 11.3%, detallan cifras de Hacienda.
Existen dos tipos de infraestructura: la económica y la social. La primera puede ser redes eléctricas, autopistas y puentes, el metro también es considerada infraestructura económica, por lo que el recorte en sus presupuestos, la suspensión de obras, o su deficiente funcionamiento tiene consecuencias en el crecimiento económico, explicó Christopher Cernichiaro, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En 2017, un año después del desplome de los precios del petróleo, y a dos años de la cancelación de los proyectos para los trenes transpeninsular de Mérida a Punta Venado y el de alta velocidad México-Querétaro, la inversión física del sector público cayó 26.3%.
El gasto en inversión física pasó de representar el 3.6% del PIB en 2016 a 2.6% del PIB en 2017. Y poco se ha recuperado, en 2020 representó el 2.8% del PIB.
Esto incluye inversión para el desarrollo de infraestructura como hospitales, escuelas, centros deportivos y viviendas, este tipo de construcciones influyen indirectamente en el desarrollo económico a través del desarrollo de capital humano, refiere el estudio del CIEP, Infraestructura en México: prioridades y deficiencias del gasto público.
Continúan caídas en 2021
En términos generales, el gasto de inversión, que sirve como ancla para la inversión privada y potencia la actividad económica, pasó de 5.1% del PIB en 2015 a 3.1% del PIB en 2020, refieren cálculos del CIEP.
Al cierre del primer trimestre de 2021, el paso de la pandemia y bajos índices de inversión en obra pública, el PIB de México apenas creció 0.4%, en ese mismo periodo la inversión física cayó 3.5% real contra el mismo periodo de 2020.
“Con un gasto productivo, la recuperación económica sería más rápida. Es factible que la economía crezca 4.5% en 2021, sin embargo, no es un crecimiento significativo, hay que tener presente que con un crecimiento de “cero” en cada trimestre, el anual al final sería 3.5%”, explicó Luis Foncerrada, asesor económico de la Cámara de Comercio Americana en México (AmCham, por sus siglas en inglés).