Sin embargo, para el mediano plazo, las mejoras estructurales dependerán en gran medida de que se vaya disipando la incertidumbre sobre diversas políticas públicas y se recupere la confianza para propiciar una decidida reactivación de la inversión privada.
Indicadores recientes de la actividad industrial, inversión, ventas y producción de automóviles, ventas al menudeo (de socios de la ANTAD), exportaciones, importaciones e indicadores del mercado laboral han mostrado mejoras en su desempeño, aunque en algunos casos de manera incipiente, detalló el documento.
Un factor importante que debe considerarse al interpretar la evolución de prácticamente todos los indicadores económicos es la trayectoria en “V” que muestran. Ese patrón es congruente con un efecto “rebote” de las variables, que responde a las contracciones tan pronunciadas que se dieron durante 2020 en estas fechas.
“En otras palabras, se observan tasas de crecimiento anual relativamente elevadas como consecuencia del efecto base de comparación. Esos crecimientos elevados no deben interpretarse como una mejora sustancial de las condiciones estructurales de la actividad económica”, comunicó el IMEF.
Indicadores al alza
En tanto, el indicador IMEF manufacturero aumentó en mayo 0.7 puntos para ubicarse en 52.3 unidades, con lo cual se mantuvo en zona de expansión —por arriba de los 50 puntos— por tercer mes consecutivo. Su serie tendencia-ciclo aumentó 0.7 puntos para ubicarse en 52.4 unidades y registrar cuatro meses consecutivos en zona de expansión.
El indicador IMEF no manufacturero registró un aumento en mayo de 1.9 puntos para cerrar en 53.6 unidades y mantenerse en zona de expansión por tercer mes consecutivo. Su serie tendencia-ciclo aumentó 0.8 unidades para quedar en 52.9 y ubicarse en zona de expansión por cuarto mes consecutivo.
Los resultados del Indicador IMEF confirman una mejoría en la actividad económica tanto en el sector manufacturero como en el no manufacturero durante mayo.
En el primero, destacan los importantes incrementos en los subíndices de nuevos pedidos y producción, que alcanzaron sus niveles más elevados desde 2012 y 2018, respectivamente. En cuanto al segundo, sobresale que todos los subíndices se ubicaron por encima o sobre el umbral de 50 puntos.
Estos resultados, junto con el análisis de coyuntura, permiten anticipar una clara mejoría de la actividad económica durante el segundo trimestre. No obstante, persisten riesgos importantes para el crecimiento en el mediano plazo, advirtió.