Tras la reapertura de negocios y reinicio de actividades en México y en el mundo, la demanda de los combustibles y alimentos se incrementó, y por ende sus precios.
En la primera quincena de junio, pero de 2020, los precios de los energéticos reportaron una baja de 3.28%, los pecuarios se habían elevado apenas 3.10%.
Estos indicadores conforman la inflación no subyacente, la cual se ubicó en 10.61% anual, cuando apenas el año pasado su índice llegó a 1.63%, detalló el Inegi.
Los alimentos, bebidas y tabaco también fueron de los conceptos que más se incrementaron con un índice de 5.94% anual, y las mercancías no alimenticias con 5.87%.