Estos procesos son resultado de un trabajo en conjunto con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y encabezado por el presidente López Obrador, que llevó a la detección de 42 grandes grupos delictivos dedicados a la venta de facturas falsas, conocidos como empresas fantasma, explicó.
¿Qué hace una empresa fantasma?
Una empresa fantasma se dedica a la emisión de facturas falsas supuestamente por la prestación de servicios, pero sin tener la infraestructura ni el personal para brindarlos. Se hace con el objetivo de simular operaciones para recibir a cambio saldos a favor del fisco mexicano o incluso lavar dinero.
Este tipo de operaciones se ha logrado combatir gracias a una reforma en 2019 que tipifico a la defraudación fiscal como delito.
“Pudimos identificar a los 42 grupos factureros más relevantes del país y escogimos una denuncia para presentar por cada uno de los grupos, como un caso representativo, pero que nos permitiera atacar a los contribuyentes que hubiesen comprado facturas de estos grupos, que hubieran recibido asimilables a salarios de estos grupos. Y por otro lado estamos trabajando en llegar a las cabezas”, explicó Carlor Aranda.
Outsourcing
En materia de casos de outsourcing, como estrategia para el lavado de dinero, se giraron 15 ordenes de aprehensión, incluyendo la cabeza, dijo.
“Ese grupo delictivo desapareció porque no pueden tener cuentas en el sistema financiero, porque estaban denunciados por lavado de dinero, no pueden tener cuentas, no pueden pagar, son empresas de papel que sirven como pagadoras”, agregó.
Explicó que este tipo de acciones ayudaron a que la recaudación del fisco no cayera durante 2020, el año de la pandemia y así tener recursos suficientes para atender la emergencia sanitaria.