Entre los factores detrás de los pronósticos destacan la persistencia e incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, fuerte desaceleración del crecimiento, baja inversión, productividad y lenta recuperación del empleo, persistencia de los efectos sociales provocados por la crisis, menor espacio fiscal, aumentos en las presiones inflacionarias y desequilibrios financieros, informó el organismo.
“La desaceleración esperada en la región en 2022, junto a los problemas estructurales de baja inversión y productividad, pobreza y desigualdad, requieren que reforzar el crecimiento sea un elemento central de las políticas, al tiempo que se atienden las presiones inflacionarias y riesgos macrofinancieros”, señaló Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo al presentar el informe en la Ciudad de México.
Según las nuevas proyecciones entregadas, la región de América Latina y el Caribe desacelerará su ritmo de crecimiento en 2022 a 2.1%, luego de crecer 6.2% promedio el año pasado.
Crucial aumentar recaudación
El organismo de las Naciones Unidas destaca que es crucial aumentar los niveles de recaudación y mejorar la estructura tributaria para dar sostenibilidad fiscal a una trayectoria creciente de demandas de gasto.
Los desafíos que presenta 2022, entre ellos el menor crecimiento económico, los riesgos de mayores tasas de interés, depreciaciones cambiarias y posibles deterioros en las calificaciones crediticias soberanas, complejizan el manejo de la política fiscal.
Por ello se requiere una mirada estratégica del gasto público que vincule demandas de corto plazo con inversiones de largo plazo y que contribuya al cierre de brechas sociales.
Además se debe ampliar el espacio fiscal mediante la eliminación de la evasión tributaria -que llega a los 325,000 millones de dólares; 6,1% del PIB regional-, consolidar el impuesto a la renta a personas físicas y corporaciones, extender el alcance de impuestos sobre el patrimonio y la propiedad, establecer impuestos a la economía digital, ambientales y relacionados con problemas de salud pública, y revisar y actualizar de forma progresiva las regalías por la explotación de recursos no renovables, recomendó la CEPAL.