"Creo que la discusión más importante será la evolución de la inflación", dijo un funcionario europeo del G20 involucrado en los preparativos de la reunión.
Cuando se le preguntó cuál podría ser el mensaje del G20, dijo: "La fórmula que se acordará es que los bancos centrales de los países avanzados sean conscientes de los posibles efectos secundarios en los mercados emergentes y los países en desarrollo, a fin de que tengan políticas y comunicaciones bien calibradas al respecto".
"Y al mismo tiempo creo que los mercados emergentes dirán que están trabajando para aumentar su resiliencia en los mercados financieros", dijo el funcionario.
Con la inflación en Estados Unidos en máximos de varias décadas y en un nivel récord en los 19 países que comparten el euro, tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo han señalado que endurecerán la política monetaria mediante la disminución de las compras de bonos y el aumento de las tasas de interés.
Pero estas medidas podrían desencadenar éxodos de capitales de mercados emergentes como Brasil, Sudáfrica o Rusia, lo que provocaría la depreciación de sus monedas, tasas de interés más altas y una recuperación más difícil, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Comunicación clara
Comunicar la política de un banco central también es un desafío, ya que un cambio inesperado en los mensajes del BCE la semana pasada tomó a los mercados por sorpresa. Si bien la Reserva Federal dejó muy en claro en enero que elevará las tasas de interés en marzo, el ritmo del ciclo de ajustes sigue siendo incierto.
Es probable que el G20 pida a la Fed, el BCE y otros bancos centrales importantes que le digan a los mercados lo más claramente posible qué pretenden para evitar cambios repentinos en el sector de finanzas.
"La comunicación transparente y clara de la política monetaria por parte de los principales bancos centrales sigue siendo importante para la economía global, la estabilidad de precios y la estabilidad financiera", indicó un documento sobre la posición acordada entre los miembros europeos del G20, visto por Reuters.
Para hacer frente a los posibles efectos indirectos en Estados Unidos y Europa, el FMI pidió en enero a los mercados emergentes que comenzaran a trabajar en ahora en sus defensas, reduciendo los niveles de deuda en monedas extranjeras, cubriendo la exposición, extendiendo los vencimientos para reducir la inversión y preparándose para eventuales quiebras de bancos y empresas.
Es probable que el mismo mensaje provenga de la reunión del G20 esta semana, mostró el documento europeo.
"Los miembros (del G20), en particular los mercados emergentes y las economías en desarrollo, deben continuar... los esfuerzos para reducir las vulnerabilidades a fin de poder resistir un endurecimiento de las condiciones financieras internacionales", indicó.