En enero de este año se crearon 140,919 empleos formales. Sin embargo, “no todo lo que brilla es oro”, lamentó Ramírez. “No estamos en niveles prepandemia en la calidad del empleo ni en el nivel del empleo, por supuesto tampoco en las remuneraciones medias”, añadió.
México tiene una población económicamente activa (PEA) de más de 58.6 millones de personas con una tasa de desocupación de 3.6%, de acuerdo con cifras del Inegi.
Se tiene que seguir recuperando el salario mínimo, que a pesar de los aumentos que se han registrado en los últimos años, el poder adquisitivo está en niveles de 1985, comentó Ramírez al señalar que, aunque se trata de una buena noticia, solo beneficia a quienes están dentro del sector formal.
“Quedan alrededor de 14 millones de trabajadores y trabajadoras que ganan lo que costaba un salario mínimo el año pasado, que no se van a ver beneficiados por este aumento porque están en el sector informal”, sostuvo la directiva del colectivo.
Brecha de género
Entre los motivos por los que no se pueden echar campanas al vuelo tiene que ver con la desigualdad entre hombres y mujeres.
Si bien es cierto que la tasa de desocupación es relativamente bajo, al hablar de hombres y mujeres, en México 8 de cada 10 hombres de 15 años y más trabajan o buscan trabajo, “mientras que las mujeres son solo 4 de cada 10 las que trabajan o buscan trabajo”, lamentó Sofía Ramírez.
Además, subrayó la directora de México ¿Cómo vamos? Las mujeres que trabajan reciben un salario 20% menor que los hombres por realizar las mismas actividades y dedican alrededor de 43 horas a la semana a labores no remuneradas.
De los más de 140,000 empleos formales creados en enero, poco menos de 34,000 puestos de trabajo fueron ocupados por mujeres, otro indicador que muestra la desigualdad en este rubro.
Otro reto laboral tiene que ver con la informalidad, donde más de la mitad de las personas que trabajan lo hacen en la informalidad -6 de cada 10 personas-, solo el 40% de trabajadores es formal, es decir, 25 millones de trabajadores.