Las acciones de los bancos han caído en picada en los últimos días por el temor a posibles pérdidas y al debilitamiento de la economía.
Del 24 de febrero, día de la invasión rusa a Ucrania, al 2 de marzo, las acciones de Citi pasaron de 60.67 a 57.44 dólares en Wall Street.
Las sanciones occidentales, que incluyen la exclusión de algunos bancos rusos de la red financiera mundial SWIFT, han llevado a docenas de multinacionales a suspender sus operaciones en el país, han golpeado el rublo y han obligado al banco central a subir las tasas de interés.
Reino Unido dijo el jueves que prohibirá a las empresas rusas el acceso al mercado de seguros de Londres, el mayor centro mundial de seguros comerciales y especializados.
Fitch y Moody's recortaron el miércoles la calificación crediticia soberana de Rusia seis escalones, hasta situarla en la categoría de "basura", citando el impacto paralizante de las sanciones occidentales sobre la economía.
Moscú ha respondido al éxodo de los inversores occidentales restringiendo temporalmente la venta de activos rusos por parte de extranjeros.
Sberbank SBER.MM, el mayor prestamista de Rusia, dijo el miércoles que abandonaba el mercado europeo porque sus filiales se enfrentaban a grandes salidas de efectivo.
Las fuerzas rusas aún no han derrocado al Gobierno de Kiev, pero se ha reportado que miles de personas han muerto o han resultado heridas y más de un millón han huido de Ucrania en la semana transcurrida desde que el presidente Vladimir Putin ordenó el mayor ataque contra un Estado europeo desde 1945.