"La economía (de Ucrania) se estima que registre una profunda recesión este año", señaló el documento, que cita la contracción aguda de la demanda y la alteración de las cadenas de suministro, entre otros aspectos.
En el caso de que la guerra concluya en el corto plazo, las estimaciones del Fondo apuntan, "como mínimo", a una caída del 10% del producto interno bruto (PIB) este año.
Sin embargo, advirtió de que con un "conflicto prolongado" la contracción anual en Ucrania podría ser mucho mayor, de entre el 25% y el 35%, un rango ya visto en otros países inmersos en guerras recientes como Siria o el Yemen.
"Una creciente pérdida de capital físico y una migración masiva podría resultar en una contracción aún más significativa, con un colapso de los flujos comerciales, una mayor disminución de la capacidad de recolección de impuestos y un mayor deterioro de su posición fiscal y externa", señaló.
El Directorio Ejecutivo del organismo aprobó la pasada semana el desembolso de 1,400 millones de dólares en ayuda de emergencia a Ucrania.
La cantidad aprobada por el FMI encaja con la solicitada por el Gobierno ucraniano y busca "mitigar el impacto económico" del conflicto bélico iniciado por Rusia.
Los refugiados que han huido de Ucrania desde el estallido de la guerra, el 24 de febrero, alcanzan ya los 2.8 millones, de los que más de la mitad (1.7 millones) llegaron a la vecina Polonia, según las cifras que actualiza diariamente la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El resto de países vecinos de Ucrania sigue recibiendo este flujo de refugiados y, entre ellos, 255,000 llegaron a Hungría y 204,000 a Eslovaquia, por un conflicto que también ha causado más de dos millones de desplazados internos.