Ante una inflación que no cede, el Banco de México (Banxico) llevará la tasa de referencia a un histórico nivel de 8.5% al cierre de año (desde el actual 6.5%) y eso significará un reto para el crecimiento de una economía nacional que avanza lentamente.
Analistas consultados por Expansión consideraron que el banco central, siguiendo los pasos de la Reserva Federal en Estados Unidos (Fed), subirá tres veces la tasa en 50 puntos base y dos más en 25 puntos base.
"Es un panorama inflacionario bien complejo para todo el mundo. En México en particular, además del tema global, se suma el hecho de que la inflación es muy persistente, sobre todo la subyacente", consideró Jessica Roldán, directora de Análisis Económico de Finamex.
La inflación en México alcanzó un nivel de 4.75% a tasa anual en marzo, el nivel más alto en más de dos décadas. Los pecios de los energéticos y los alimentos son los que más presionaron en el tercer mes del año.
En las minutas de la última decisión de política monetaria de Banxico, los miembros de la Junta de Gobierno dijeron que había que tomar a la Fed como referencia. Uno de los miembros -el más dove- consideró que hay que subir la tasa por debajo de lo que lo hace su par estadounidense. Otros miembros ven la tasa en la misma dimensión que la Fed y uno de ellos consideró que hay que subirla aún más.
"La unanimidad no significa consenso. Hay divergencia y lo que creemos es que en este año Banxico tiene que seguir a la Fed y reproducir las magnitudes", apuntó Roldán.
La economista señaló que la Junta de Gobierno está de acuerdo en que la tasa se tiene que subir a terreno restrictivo, pero hay discrepancias en las medidas a tomar hacia adelante.
Los economistas de Citibanamex coinciden con Roldán en la magnitud en que subirá Banxico la tasa de referencia este año. Adrián de la Garza, economista en jefe de Citibanamex, dijo recientemente que los miembros de la Junta de Gobierno quieren ir con cautela aunque no se pueden descartar "decisiones más agresivas" por estos efectos inflacionarios sin precedentes.
Y es que la última vez que la tasa de interés se aumentó de forma acelerada fue en 2017, cuando el precio de los energéticos subió por el gasolinazo. En diciembre de 2018, Banxico subió la tasa a niveles históricos del 8.25%.
Para el economista del banco, en estos momentos no parece haber un apetito por llevar la tasa a un nivel excesivamente restrictivo. En la Encuesta de Expectativas que hace el banco cada 15 días, se mostró que hay quienes consideran que Banxico puede subir la tasa al 9%, un escenario descartado tanto por Citibanamex como por Finamex.
"Este es un choque que los bancos centrales no quisieran enfrentar, ningún hacedor de política monetaria, porque están enfrentando choques inflacionarios y una economía débil", dijo Roldán.
La economista dijo que aunque la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno ponen como prioridad anclar las expectativas de inflación, hay un miembro que muestra más preocupación por el crecimiento de la tasa de interés, ya que esta tiene influencia en la actividad económica: ya que de la tasa dependen flujos de capital y el consumo.
Los incrementos a la tasa de interés también tendrán repercusiones para los intereses de las empresas y personas que pidan un préstamo, lo que podría haber un freno en la demanda agregada.
Lo anterior exhibe la gran necesidad de que el banco central tome medidas decisivas y suficientes para evitar efectos nocivos en la economía.
"El hecho de que el banco central no actúe de forma decisiva sí pone en riesgo que las expectativas de inflación se contaminen y que nuestro problema se vuelva recurrente", apuntó Roldán. Por otro lado, mantener las expectativas de inflación ancladas provocará un débil crecimiento del PIB.
"El crecimiento es el costo que puedes pagar por mantener las expectativas de inflación ancladas", dijo.
