Los precios de la energía (que incluyen gasolina, crudo, electricidad y gas natural) subieron en los últimos 12 meses un 32%, empujados por el encarecimiento del crudo, del 70.1%, mientras que la gasolina subió un 48%.
En cuanto a la subida mensual, los precios de consumo energético subieron en marzo un 11% con respecto a los de febrero.
Los precios de los alimentos, por su parte, subieron un 8.8% en un año, especialmente los relativos a compras en el supermercado, que aumentaron un 10%, mientras que los de la comida en restaurantes se incrementaron en un 6.9%.
Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente fue del 6.5% en tasa interanual.
El precio de la vivienda, uno de los que más peso tiene en el cálculo de la inflación subyacente, subió un 5% en un año.Se trata de la mayor subida interanual desde diciembre de 1981, es decir, desde hace más de 40 años, y viene impulsada sobre todo por el encarecimiento de la energía, los alimentos y la vivienda.
Algunos artículos, sin embargo, disminuyeron de precio, como es el caso de los automóviles y camiones usados al caer 3.8% en el mes, aunque aún están 35.3% más caros que en marzo de 2021.
El Gobierno de Estados Unidos había anticipado que el dato de inflación iba a ser "extraordinariamente elevado" , y culpó de ello fundamentalmente a la invasión rusa de Ucrania.
En una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, se refirió en todo momento a la alta inflación como "la subida de precios de Putin", en referencia al presidente de Rusia, Vladímir Putin, y a la invasión de Ucrania que su país empezó el pasado 24 de febrero.
Los precios, no obstante, ya estaban disparados en Estados Unidos antes de que Rusia iniciase la invasión de Ucrania.
Con información de EFE