Santander fue el único banco extranjero conocido que hizo una oferta después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que prefería que Banamex fuera comprado por inversionistas locales como Slim. Tal venta diluiría la concentración de propiedad extranjera de los bancos de México.
Banorte, uno de los cuatro principales bancos del país detrás de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, es uno de los principales contendientes para la adquisición de Banamex, o Banco Nacional de México, que está valorada en 4,000 millones a 8,000 millones de dólares.
Incluir a Banamex potencialmente haría que Banorte tenga aproximadamente el mismo tamaño que BBVA México, o incluso más grande.
Un portavoz de Citigroup se negó a comentar, al igual que Santander. Grupo México, Inbursa y Mifel no respondieron a solicitudes de comentarios. Si bien las ofertas no vinculantes vencieron esta semana, la venta se encuentra en sus primeras etapas y cualquier acuerdo aún podría fracasar.
Ana Botín, presidenta de Santander, dijo el mes pasado que considera que México es un “motor de crecimiento” para el banco. Agregó que el banco español buscaría comprar Banamex solo si pudiera pagar en efectivo, manteniendo su capital y dividendos.
El banco de Slim, Inbursa, ha dicho que podría participar en una oferta junto con otros inversionistas mexicanos.
Larrea, junto con Slim, habían sido invitados por el presidente a participar en la venta, según una de las personas. No estaba claro si su oferta fue hecha por Grupo México.
La minera peruana Southern Cooper Corp., que pertenece en un 89% a Grupo México, aumentó su dividendo más reciente al tiempo que su matriz recortó su pago más reciente, según muestran los datos de Bloomberg, lo que sugiere que la compañía podría estar acumulando efectivo para una posible compra.
Mifel es el decimoctavo banco más grande del país por activos totales, con menos del 1% del mercado. Su director ejecutivo, Daniel Becker, asumió como jefe de la Asociación de Bancos de México (ABM) el año pasado.
Citigroup ha dicho que tiene la intención de continuar operando un negocio bancario con licencia local en México a través de su grupo de clientes institucionales y su división de banca privada. La firma con sede en Nueva York está sopesando un acuerdo para comprar el banco mexicano de Deutsche Bank AG.
México alberga la red de sucursales de Citigroup más grande del mundo. La decisión de separarse está en línea con el impulso de la directora ejecutiva, Jane Fraser, de simplificar las operaciones y centrarse en la gestión de patrimonio y las ofertas de tarjetas de crédito de Estados Unidos.