“La región está retornando a una tendencia de bajo crecimiento que ya se observaba en la pandemia con mucha fuerza y está dinámica está acompañada con altas presiones inflacionarios que implica desafíos para las políticas económicas en la región”, dijo este martes en conferencia Daniel Titelman, director de la división de Desarrollo Económico de la CEPAL.
El PIB de 16 países de la región —incluido México— no regresará a los niveles prepandemia en 2022, previó la CEPAL. "El nivel real de la economía de México es parecido al de 2018 y esperamos que México recupere su nivel de actividad prepandemia hasta 2024", adelantó Titelman.
Este escenario implica el riesgo del aumento de la pobreza y la desigualdad, así como de mayores conflictos sociales. La inversión se ha convertido en un obstáculo estructural para la región, de acuerdo con Titelman.
“La inversión es la variable que más se desacelera. El consumo es lo que ha mantenido el dinamismo, pero también ya se está comenzando a desacelerar”, dijo.
Una noticia positiva para la región, especialmente para México, es la residencia que han mostrado las remesas, que han seguido su aumento, lo que ayuda a que el consumo continúe su dinamismo.
Los principales socios, como China y Estados Unidos, de la región tienen un menor crecimiento económico y eso reducirá la demanda comercial este y el próximo año.
El aumento de los precios de los commodities como los hidrocarburos, los alimentos y los fertilizantes están desacelerando el comercio mundial y en la región, así como aumentando las presiones inflacionarias.
“Está generando fuertes problemas sociales ante la alta probabilidad de una hambruna mundial”, dice Titelman.
Por otro lado, las presiones inflacionarias llevan a políticas monetarias más restrictivas en el mundo desarrollado.
“Los bancos centrales han sido cautos con el aumento de sus tasas de interés, debido a la mayor aceleración de los últimos meses y a la persistencia de la inflación”, indicó el especialista de la CEPAL.
Eso ha hecho que el riesgo país de la región haya aumentado, principalmente en El Salvador, Argentina, Ecuador y Honduras.
La CEPAL destaca que los aumentos en los precios de los combustibles y de los alimentos son variables importadas de la mayor inflación en América Latina, que hasta junio de 2022 se colocaba en 8.4%.