"Los impactos sociales que ha traído aparejada la pandemia no ceden y la región no ha podido retomar la senda de crecimiento", dijo en un reporte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con sede en Santiago.
"En segundo lugar, se destaca el impacto de la pandemia en el sector educativo -una crisis silenciosa como consecuencia de la muy prolongada interrupción de la educación presencial en la región y sus repercusiones en la pérdida de aprendizaje- que no fue abordado como parte de la respuesta inmediata frente a la crisis", añadió.
Citando datos recopilados por la UNESCO, entre febrero de 2020 y marzo de 2022 los países de América Latina y el Caribe interrumpieron en forma total o parcial las clases presenciales durante 70 semanas en promedio, superando ampliamente a lo que ocurrió en otras regiones del mundo.
"El impacto de la interrupción prolongada de la educación presencial es devastador", dijo la CEPAL.
La primera infancia y el nivel de preprimaria son los más afectados a corto plazo por las debilidades en el acceso y calidad de la educación a distancia, donde pesó la desigualdad en varios asuntos como la disponibilidad de internet, el hacinamiento de los hogares o estar bajo la responsabilidad de adultos con bajos logros educativos.
Todo esto, a su vez, generó brechas en el desarrollo de habilidades, la pérdida de oportunidades de aprendizaje y el riesgo de aumento del abandono escolar.
Junto al deteriorado panorama educativo, los niños y jóvenes de la región también verán amenazado su desarrollo debido a problemas nutricionales a causa del aumento de los precios de los alimentos, que traerán consigo alzas en la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad en la región.
La crisis educativa "junto con las privaciones críticas que enfrenta la infancia y los riesgos de incremento de la inseguridad alimentaria, pone en riesgo el desarrollo y bienestar de toda una generación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes y produce un 'efecto cicatriz' que mina las oportunidades de desarrollo en la región", señaló.
Con un escenario externo marcado por presiones inflacionarias empujadas por la guerra de Ucrania, la CEPAL estima que la región crecerá 1.4% en 2023, por debajo del 3.2% previsto para 2022 según cifras recientemente revisadas respecto a las que entregó en agosto pasado.
Además, la pobreza alcanzará al 45.4% de las personas menores de 18 años en 2022, 13.3 puntos porcentuales por encima del promedio de la población total, agregó.