Hubo sorpresa entre los analistas, que no esperaban otra revisión al alza.
Si se compara con el trimestre anterior, el PIB creció 0.8% -similar al de otras economías avanzadas- frente al 0.6% estimado inicialmente.
El consumo de los hogares entre julio y septiembre fue superior a lo estimado inicialmente, al igual que la inversión fija no residencial, según el Departamento de Comercio.
"A pesar de la rápida alza de los tipos de interés, la economía crece y, lo que es más importante, los hogares siguen gastando. Sin embargo, de aquí a 2023, prevemos un crecimiento más lento, aunque no esperamos que la actividad se contraiga", dijo Rubeela Farooqi, economista jefe del gabinete HFE.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) viene subiendo las tasas de interés desde marzo para reducir inflación.
La semana pasada volvió a aumentarlas, aunque en una cuantía menor y advirtió que las mantendría altas durante un tiempo más para garantizar que la inflación se desacelere.
Según Farooqi, "aunque el crecimiento se ralentice por debajo del potencial" en 2023, "la atención a la reducción de la inflación significa que las tasas se mantendrán más altas durante más tiempo el próximo año".
El PIB se contrajo durante los dos primeros trimestres del año 1.6% y 0.6%, respectivamente, a tasa anual. Sin embargo, el gobierno no consideran que Estados Unidos esté en un período recesivo.
Aunque dos trimestres consecutivos de caída del PIB se ajustan a la definición de recesión, la fortaleza del mercado laboral, en particular, no permite sostener ese sea el caso de la mayor economía del mundo.