"Las exportaciones mexicanas continuarán creciendo de una manera imprortante, independientemente del nearshoring. Esto lo estamos estimando en 35,000 mdd por un tema inercial", precisó Alejandro Padilla, economista en jefe del Grupo Financiero.
El segundo componente, dijo Padilla, será estructural. "Estamos estimando que en cinco años, el efecto adicional que pudiera traer el nearshoring para las exportaciones mexicanas sería de 168,000 mdd", detalló.
En total, sumando el efecto inercial y el estructural, el efecto para el país sería de alrededor de 68,800 mdd al año.
El año pasado el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estimo que el beneficio económico para el país por el nearshoring sería del orden de 35,000 mdd.
Inversión extranjera directa
El atractivo de México para la llegada de capital extranjero no solo se explica por la cercanía con Estados Unidos, sino también por contar con un tratado comercial para Norteamérica modernizado (T-MEC), destacó Banorte.
En lo que respecta a la inversión extranjera directa (IED), la semilla para que México siga creciendo en el sector exportador, hay dos etapas:
En primer lugar, explicó Padilla, tiene que ver con la construcción y armado de naves industriales y fábricas y, en segundo lugar, ya la exportación de bienes a Estados Unidos.
Esta segunda fase tendrá lugar en un lapso de entre tres y cinco años, señaló el directivo de Banorte.
El impacto de la IED tarda en verse reflejado dependiendo su origen, es decir, para las reinversión se habla de un lapso de entre seis meses y un año -para las empresas que ya están en México y quieren aumentar su capacidad-. Mientras que para las nuevas inversiones el tiempo para que puedan verse los resultados va de uno a tres años; en ocasiones hasta cinco años.