En declaraciones posteriores a periodistas, Bullard dijo que "SVB era un banco muy inusual. Diferente de casi cualquier banco del país (...) Las herramientas que hemos desplegado tendrán éxito y (la Fed) acabará ocupándose más de la fortaleza de la economía durante la primavera y el verano (boreal) y no se preocupará tanto como ahora por el estrés financiero".
De hecho, Bullard afirmó que había elevado en un cuarto de punto porcentual su estimación de cuánto debe subir la tasa de interés a un día de la Fed para finales de 2023, hasta el rango del 5.50%-5.75%, un nivel que requeriría tres alzas más de un cuarto de punto porcentual desde el nivel del 4.75%-5% fijado por el banco central estadounidense esta semana.
La mayoría de los colegas de Bullard sólo ven necesaria una pequeña alza más, mientras que el Comité Federal de Mercado Abierto, encargado de fijar la política monetaria, abandonó esta semana su orientación según la cual probablemente serían necesarias "subidas continuas" del costo del crédito.
Otros responsables monetarios coincidieron en que, pese a un brote de preocupación mundial sobre la estabilidad financiera en las últimas dos semanas, parecía que no había una crisis generalizada que requiriera que la Fed recalibrara su política monetaria y se alejara de otra alza de tasas, incluso si las perspectivas de cara al futuro se han vuelto más cautelosas.
Estabilidad
La Fed subió las tasas interés en un cuarto de punto porcentual el miércoles, su novena alza consecutiva. Los inversores creen que esa puede ser la última, y el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo en su conferencia de prensa posterior a la reunión que hubo debate sobre la posibilidad de hacer una pausa ahora.
"Hubo mucho debate. No fue una decisión directa", dijo el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, en una entrevista con la radio pública nacional, un medio de comunicación estadounidense.
"Al final del día, lo que decidimos fue que había señales claras de que el sistema bancario es sólido, los esfuerzos que la Fed tomó con el Tesoro (y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos) para hacer frente a las dificultades de esos bancos parecen estar funcionando, y con eso como telón de fondo, la inflación sigue siendo demasiado alta", dijo Bostic.
La Fed tiene un objetivo de inflación del 2%. Su principal indicador de inflación se ubica actualmente al doble de ese ritmo y está resultando más difícil de reducir de lo esperado.
Bostic dijo que la repentina y catastrófica corrida de depósitos en SVB, que tenía una parte inusualmente grande de depósitos por encima del límite de 250,000 dólares del seguro de la FDIC y en riesgo de pérdida en caso de quiebra, había "expuesto un verdadero agujero en la estructura del seguro".
Las autoridades estadounidenses decidieron finalmente indemnizar a todos los depositantes tras juzgar que la situación planteaba un "riesgo sistémico". Pero "esa es una cuestión diferente de la cuestión de macropolítica que estábamos tratando en términos de tasas de interés", dijo Bostic. "Fuimos capaces de separarlas".
El presidente de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, afirmó en una entrevista con CNN que la situación del sector bancario "parecía muy estable (...) Así que las condiciones eran las adecuadas para hacer política monetaria de la manera que queremos hacer política monetaria". "Los argumentos para subir (las tasas) estaban bastante claros", agregó.