Kashkari, que ha sido uno de los responsables de la política monetaria de la Fed más beligerantes a la hora de abogar por unas tasas de interés más altas para luchar frente la inflación, dijo que aún es demasiado pronto para calibrar el tamaño de la "huella" que el estrés bancario tendrá en la economía.
Agregó que, por lo tanto, también es demasiado pronto para saber cómo podría influir en la próxima decisión sobre las tasas de interés del Comité Federal de Mercado Abierto.
La Fed subió las tasas un cuarto de punto esta semana, pero abrió la puerta a pausar nuevas alzas hasta que esté claro cómo pueden cambiar las prácticas de préstamos bancarios tras la reciente quiebra del Silicon Valley Bank y del Signature Bank.
"Ahora mismo las tensiones tienen un par de semanas", dijo Kashkari. "Hay algunas señales preocupantes. El lado positivo es que las salidas de depósitos parecen haberse ralentizado. Se está restableciendo cierta confianza entre los bancos más pequeños y regionales".
"Al mismo tiempo", continuó, "hemos visto que los mercados de capitales han estado cerrados en gran medida durante las dos últimas semanas. Si esos mercados siguen cerrados porque los prestatarios y los bancos siguen nerviosos, eso me diría que probablemente va a tener un mayor impacto en la economía. Así que es demasiado pronto para hacer previsiones sobre la próxima reunión del FOMC".
La Fed ha puesto en marcha un programa de préstamos de emergencia destinado a evitar problemas a otros bancos regionales en caso de que aumenten los retiros de depósitos.
Datos recientes mostraron que el dinero se movió de los bancos más pequeños a los más grandes en los días posteriores al colapso de SVB el 10 de marzo, aunque el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que pensaba que la situación se había "estabilizado".