Collins, que este año no tiene voto en el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC), también afirmó que, tras la subida de un cuarto de punto porcentual de la semana pasada, es probable que el banco central esté a punto de dar por concluido el endurecimiento monetario.
Citando las previsiones del banco central estadounidense publicadas el miércoles pasado, que apuntaban a una subida más de 25 puntos base este año, la funcionaria dijo que consideraba que esa proyección "equilibra razonablemente el riesgo de que la política monetaria no sea lo suficientemente restrictiva como para reducir la inflación, y el riesgo de que la actividad se ralentice más de lo necesario para hacer frente a las elevadas presiones sobre los precios".
El líder de la Fed de Mineápolis, Neel Kashkari, que sí tiene voto en el FOMC, también dijo que la institución tiene "que hacer más", pero no definió qué medida le gustaría que se tomara.
Una fuerza clave que resta algo de presión a la Fed en el frente de la inflación es la aparición de problemas en el sistema bancario desencadenados por la quiebra del Silicon Valley Bank y otras instituciones financieras.
A medida que la Reserva Federal se acercaba a su última reunión de política monetaria, las quiebras bancarias agitaron los mercados financieros y obligaron a las autoridades a reforzar la liquidez del mercado. Los bancos también recurrieron a niveles récord de liquidez de emergencia del banco central.
Los bancos son "fuertes y resistentes", dijo Collins, pero es probable que se retraigan en la oferta de crédito, lo que a su vez pesará sobre la actividad general. "Estos acontecimientos pueden compensar parcialmente la necesidad de subidas adicionales de tasas".
El líder de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, dijo en un discurso que la política monetaria debe ser "ágil" en las circunstancias actuales, y que los problemas del sector financiero podrían ayudar a la Fed a lograr su misión de devolver la inflación al 2% más rápidamente, aunque añadió una nota de cautela sobre la incertidumbre de lo que nos espera.
"Es posible que el endurecimiento de las condiciones crediticias, junto con el efecto retardado de nuestros movimientos de tasas, haga descender la inflación con relativa rapidez", dijo Barkin, si bien sigue habiendo una serie de razones por las que la presión sobre los precios podría tardar en remitir.
Kashkari también señaló que la resolución de los problemas bancarios actuales está en sus inicios. "Los pánicos bancarios y la tensión bancaria tienden a tardar más de lo que se piensa" en resolverse, dijo.
"Probablemente nos llevará un tiempo comprender si hay más pérdidas ahí fuera", agregó.