En un documento, la Comisión señaló que las instituciones financieras del bloque están "bien capitalizadas, son estrechamente vigiladas y tienen buen liquidez".
Sin embargo, en caso de dificultades los países tienen a recurrir al dinero de los contribuyentes antes que a los sistemas nacionales de garantías de los depósitos que es financiado por el propio sector bancario.
En general, la propuesta de la Comisión tiene como objetivo "proteger la economía real del impacto de la quiebra bancaria", por ejemplo, alentando a los Estados a transferir las cuentas de un banco en quiebra a un establecimiento saludable.
Finalmente, si la protección de los depósitos se mantiene en el nivel de 100,000 euros por depositante y por banco, el texto armoniza los estándares en toda la UE extendiendo la protección a los depósitos de entidades públicas como hospitales, escuelas o municipios.
El reciente colapso de los bancos Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, en Estados Unidos, seguido de la adquisición de emergencia de Credit Suisse por parte de su compatriota UBS, ha aumentado recientemente los temores de una crisis más amplia en el sector bancario.
Sin embargo, esta reforma no es "una reacción a estos hechos", insistió la Comisión.
Un sistema unificado de garantía de depósitos para toda la UE haría posible completar una unión bancaria, pero tal iniciativa es cuestionada por Alemania y otros estados del norte del bloque, que temen que sus depositantes paguen las quiebras bancarias en los países del sur de la UE.