La entidad recortó su previsión de crecimiento mundial para 2024 al 2.4% desde el 2.7% de enero, citando los continuos efectos de una política monetaria más restrictiva, especialmente en la reducción de la inversión empresarial y residencial.
"El crecimiento durante el resto de 2023 se ralentizará sustancialmente, lastrado por los efectos retardados y actuales del endurecimiento monetario y las condiciones crediticias más restrictivas", declaró. "Se prevé que estos factores sigan afectando a la actividad de cara al próximo año, dejando el crecimiento mundial por debajo de las previsiones anteriores".
El banco pronosticó un repunte del crecimiento mundial hasta el 3% en 2025.
En enero, el Banco Mundial había advertido de que el PIB mundial se estaba desacelerando hasta situarse al borde de la recesión, pero desde entonces, la fortaleza del mercado laboral y el consumo en Estados Unidos han superado las expectativas, al igual que la recuperación china tras los confinamientos por el COVID-19.
El crecimiento de Estados Unidos para 2023 se prevé ahora en el 1.1%, más del doble del 0.5% previsto en enero, mientras que el chino aumentaría hasta el 5.6%, frente al 4.3% previsto en enero y comparado con el 3% en 2022.
Sin embargo, el banco redujo a la mitad su anterior previsión de crecimiento para Estados Unidos en 2024, hasta el 0.8%, y recortó la de China en 0.4 puntos porcentuales, al 4.6%. La zona euro vio un aumento de su previsión de crecimiento al 0.4% en 2023, frente a la perspectiva plana de enero, pero también fue reducida ligeramente la previsión para el próximo año.