Ya hay evidencia e indicadores sobre los beneficios para México por la relocalización de fábricas alrededor del mundo para la producción de bienes, y atender el mercado de Estados Unidos.
“Vemos cómo algunos componentes de inversión como maquinaria y equipo están repuntando, y esos son primeros indicios de que el nearshoring es ya una realidad, es una promesa, pero también es una realidad”, dijo este miércoles Alberto Gonzalez Pandiella, economista senior de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Tras la pandemia, las cadenas de producción de bienes de autos, autopartes, tenis y ropa se rompieron, por lo que se vieron seriamente afectadas por el paro de actividades en China. Ahora las empresas están reinstalando sus fábricas cerca de su mercado, en este caso México para atender la demanda de bienes de consumo de Estados Unidos, una práctica conocida como nearshoring.