La debilidad del gasto de los consumidores contrarrestó una serie de datos optimistas de este mes, que habían esbozado el panorama de una economía resistente.
"El reciente estancamiento del gasto de los consumidores y las noticias algo mejores sobre la inflación validan la decisión de la Reserva Federal de saltarse una reunión este mes, aunque la persistente rigidez de los precios subyacentes probablemente justifique un nuevo frenazo en julio", declaró Sal Guatieri, economista jefe de BMO Capital Markets.
El gasto de los consumidores subió 0.1% el mes pasado. Los datos de abril se revisaron a la baja para mostrar una aceleración del gasto del 0.6%, en lugar del 0.8% anunciado antes.
Los economistas consultados por Reuters habían pronosticado que el gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadounidense, aumentaría 0.2%.
El gasto en bienes cayó 0.5%, con un desplome del 23.3% del gasto en vehículos de motor. El gasto en gasolina y otros bienes energéticos se desplomó un 23.4%, reflejando en gran medida la baja de los precios en las gasolineras.
El gasto en servicios aumentó 0.4%, impulsado por la sanidad, el transporte, la vivienda y los servicios públicos, así como los servicios financieros y los seguros. El gasto en servicios aumentó 0.5% en abril.
Ajustado a la inflación, el gasto de los consumidores se mantuvo sin cambios tras subir 0.2% en abril.
El estancamiento del llamado gasto real de los consumidores el mes pasado implica que el gasto de los consumidores se moderó bruscamente en el segundo trimestre tras aumentar a su ritmo más rápido en casi dos años en los meses de enero a marzo.
El fuerte gasto de los consumidores contribuyó al ritmo de crecimiento anualizado del 2.0% de la economía el pasado trimestre, desafiando el temor a una recesión debido a las fuertes subidas de tasas de la Reserva Federal.
Sin embargo, es probable que la economía haya seguido avanzando en el segundo trimestre, con un fuerte crecimiento del empleo, la construcción de viviendas y los pedidos de bienes manufacturados de larga duración, y una reducción del déficit comercial de bienes en mayo.
El gasto de los consumidores sigue respaldado por los fuertes aumentos salariales en un mercado laboral tenso.
La renta personal aumentó 0.4% el mes pasado, y los salarios 0.5%. La ralentización de la inflación aumenta el poder adquisitivo de los consumidores. La tasa de ahorro subió al 4.6% desde el 4.3% de abril.
El índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) aumentó 0.1% en mayo, tras el alza de un 0.4% en abril. En los 12 meses hasta mayo, el índice de precios PCE avanzó un 3.8%. Se trata de la menor alza anual desde abril de 2021, tras la subida del 4.3% en abril.
Excluyendo los volátiles componentes de alimentos y energía, el índice de precios PCE ganó 0.3% tras subir 0.4% el mes anterior. El denominado índice de precios PCE subyacente aumentó 4.6% anual en mayo, tras avanzar 4.7% en abril.
La Reserva Federal sigue los índices de precios PCE para alcanzar su objetivo de inflación del 2%.