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En 2024 iniciarán los recortes a las tasas de interés

Se espera que los bancos centrales de Japón, Canadá, Suiza y Nueva Zelanda alcancen sus objetivos de inflación a finales del próximo año.
mar 25 julio 2023 08:45 AM
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La entidad comandada por Jerome Powell tiene el objetivo de mantener una tasa de inflación de 2%.

La mayoría de los bancos centrales recortarán las tasas de interés en el primer semestre del próximo año, pero no contemplan alcanzar sus objetivos de inflación para entonces, según economistas encuestados por Reuters.

Las encuestas de Reuters a más de 500 analistas de todo el mundo durante el mes pasado revelaron una mejora de las previsiones de inflación para 2024 en 28 de las 48 economías, en comparación con tres meses atrás, aunque modesta, a pesar del agresivo endurecimiento monetario del año pasado.

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Con un crecimiento que se mantiene mejor de lo que se esperaba y un desempleo aún bajo, la inflación en la mayoría de las economías desarrolladas sigue siendo mucho más alta de lo que los bancos centrales desean, lo que podría persistir al menos hasta finales del próximo año.

Mientras tanto, las previsiones de crecimiento para este año mejoraron para el 58% de las economías desarrolladas encuestadas, pero sólo para el 38% de las economías emergentes, donde el ciclo la inflación ha sido menos problemático y ha dado lugar a un endurecimiento monetario más suave.

Según las previsiones, la economía mundial crecerá 2.7% en 2023, frente al 2.5% de abril, y un 2.7% el año que viene.

La resistencia económica ha mantenido la inflación subyacente -que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía- obstinadamente alta en muchas economías. Una mayoría de dos tercios de los economistas concluye que será sólo ligeramente inferior a finales de año.

Las modestas expectativas no han impedido que los economistas y los operadores de los mercados financieros pidan recortes de tasas en el primer semestre de 2024, a pesar de que los banqueros centrales, sobre todo en las economías desarrolladas, afirman que deberán mantenerse altas durante más tiempo.

Esto sugiere un periodo de tira y afloja entre los mercados y los bancos centrales en los próximos meses, a medida que los llamamientos a la relajación monetaria se hacen aún más fuertes.

"La evidencia histórica muestra que la última parte de la vuelta de la inflación al objetivo es normalmente la más difícil, por lo que existe el riesgo de que los mercados se vean sorprendidos si la inflación se muestra más resistente", dijo Henry Allen, estratega macro de Deutsche Bank.

"La experiencia reciente ha demostrado que los bancos centrales están muy dispuestos a dar un giro de duro si los datos lo exigen, y existe el riesgo de que los mercados se vean sorprendidos una vez más".

A la pregunta de cuál será el motor de la inflación subyacente más persistente en los próximos meses, una mayoría cercana al 60% de los economistas, 135 de 223, eligió los salarios.

Las tasas de desempleo en la mayoría de las economías desarrolladas, en sus mínimos históricos o cerca de ellos, no se espera que aumenten significativamente en los próximos dos años.

"Mientras los mercados laborales sigan ajustados, los trabajadores seguirán exigiendo compensaciones por la inflación (...) esperamos un descenso gradual de la inflación subyacente, pero es probable que se mantenga alta durante el resto del año", afirmó Philip Marey, estratega jefe de Rabobank en Estados Unidos.

De los nueve bancos centrales de mercados desarrollados sobre los que se encuestó, sólo se espera que el Banco de Japón, el Banco de Canadá, el Banco Nacional Suizo y el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda alcancen sus objetivos de inflación a finales del próximo año.

Según otra encuesta de Reuters, se esperaba que la Reserva Federal de Estados Unidos suba su tasa de interés de referencia a un día en 25 puntos básicos, hasta el 5.25%-5.50%, el 26 de julio.

Las expectativas de que la Reserva Federal se acerque al final de su ciclo de subidas han debilitado el dólar frente a las principales divisas, haciendo caer el índice del dólar en torno al 2% anual.

Se trata de una buena noticia para los bancos centrales de los mercados emergentes, que han tenido dificultades para seguir el ritmo de las subidas de tasas de la Reserva Federal. Una moneda más fuerte abarata las importaciones y ayuda a mitigar las presiones sobre los precios.

De los 11 bancos centrales de mercados emergentes sobre los que se encuestó y que tienen un objetivo de inflación, se prevía que seis alcancen o estén por debajo de sus metas a finales de año.

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