La Reserva Federal de Estados Unidos volvió a la carga contra la inflación este miércoles al decidir aumentar su tasa de interés en 25 puntos base y dejarla en un rango de entre 5.25% y 5.5%.
La medida es similar a la esperada por el mercado y con ello la tasa está en su mayor nivel en 22 años.
La expectativa de que la Fed ya no haga mayores aumentos a la tasa de interés ha cobrado relevancia gracias a que la economía más grande del mundo no se está precisamente descarrilando en medio del ciclo de endurecimiento más agresivo desde la década de 1980.
La confianza de los consumidores estadounidenses aumentó en julio a máximos de dos años, impulsada por el continuo optimismo sobre el mercado laboral.
Los integrantes de la Fed no precisan en su comunicado si piensan volver a subir las tasas en los próximos meses o si este incremento, el undécimo desde marzo de 2022, es el último del actual ciclo de ajuste monetario.
"El comité continuará evaluando informaciones adicionales y sus implicaciones en la política monetaria", se limitó a manifestar la Fed en un comunicado al término de su encuentro de dos días.
La Reserva Federal afirmó que observará los nuevos datos y estudiaría el impacto de las subidas de tasas en la economía "para determinar el grado de endurecimiento adicional de la política monetaria que puede ser apropiado" para alcanzar su objetivo de inflación del 2%.
Aunque los datos de inflación desde la reunión de junio de la Fed han sido más débiles de lo esperado, las autoridades monetarias se han mostrado reacios a modificar su postura de línea dura hasta que haya más avances en la reducción de las presiones sobre los precios.
Las principales medidas de inflación siguen siendo más del doble del objetivo de la Reserva Federal.
El aumento del empleo sigue siendo "robusto", dijo la Reserva Federal, mientras que describió la economía como creciendo a un ritmo "moderado", una ligera mejora desde el ritmo "modesto" visto en la reunión de junio.
Con información de agencias
