El banco destacó que entre los riesgos globales destacan la prolongación de las presiones inflacionarias, el agravamiento de las tensiones geopolíticas, condiciones financieras más apretadas y, en menor medida, los retos para la estabilidad financiera.
“En México, las tasas de interés de valores gubernamentales aumentaron en todos sus plazos y el peso mexicano se depreció. No obstante, en línea con el comportamiento de los mercados financieros internacionales, dichos ajustes tendieron a revertirse. La actividad económica mantuvo una senda de crecimiento robusta y el mercado laboral continuó presentando fortaleza”, destacó.
Los pronósticos continúan previendo que tanto la inflación general como la subyacente mantienen dicha trayectoria descendente.
Banxico sigue anticipando que la inflación converja a la meta en el segundo trimestre de 2025. De acuerdo con el organismo estas previsiones están sujetas a riesgos al alza como la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; depreciación cambiaria; mayores presiones de costos; que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada; presiones en los precios de energéticos o agropecuarios.
Mientras que los riesgos a la baja están en una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada; un menor traspaso de algunas presiones de costos; y que los niveles más bajos del tipo de cambio respecto de inicios de año contribuyan más que lo anticipado a mitigar ciertas presiones sobre la inflación.
Por la mañana, el Inegi dio a conocer que la inflación sigue desacelerándose, al registrar un 4.26 en octubre.