América Latina no se ha salvado de los cambios ocurridos en el sector energético global durante los últimos años, ya que la poca movilidad social y comercial redujo la demanda de energéticos en la región. Deloitte analizó el impactó en los mercados de Argentina, Perú, Colombia, y México, países que han invertido en el sector de hidrocarburos, además de que en estas últimas dos naciones las exportaciones de dichos combustibles son la fuente principal de ingresos al estado.
México, particularmente, enfrenta varios retos dentro del sector: incrementar la capacidad de refinación del petróleo al interior, diversificar la matriz energética para invertir en más fuentes renovables, evitar las presiones inflacionarias ante el alza de los precios en energéticos y volver más dinámico el sector petrolero mediante la inversión en exploración y extracción.
El panorama del sector energético en México para el próximo año incluye la inestabilidad en el marco regulatorio eléctrico, los que trae incertidumbre al sector privado, sobre todo en la inversión sobre energías renovables; la producción de hidrocarburos se mantiene estancada, pese a que el alza de precios puede incentivarla, y finalmente existe riesgo de congelación en licitaciones o retraso en trámites para nuevos proyectos en la materia.
El papel de la generación de energía renovable
El petróleo, gas y carbón se mantienen como los principales combustibles a nivel global, específicamente en la región de Asia Pacífico, que son los mayores productores; sin embargo, las políticas de descarbonización deben tener mayor peso para el uso de fuentes renovables a través de la adopción de políticas y metas de reconversión productiva.