El crecimiento es robusto, los salarios suben y la inflación baja, resumió el mandatario que busca la reelección a sus 81 años.
Estos son los puntos principales del presupuesto 2025 de Joe Biden, una iniciativa con pocas chances de ser aprobada por el Legislativo en su forma actual.
¿Qué incluye el presupuesto?
El texto incorpora una serie de medidas propuestas ya sin éxito, incluyendo un impuesto mínimo de 25% a los estadounidenses más ricos, y un aumento de los impuestos a empresas de 21% a 28% de la renta.
Además, trae planes para fortalecer el gasto social, como el otorgamiento de créditos fiscales por niño, una medida muy popular. También prevé inversiones por unos 260,000 millones de dólares (mdd) para "construir o preservar" unos dos millones de viviendas, según una declaración de la Casa Blanca.
El presupuesto también aparta 23,000 mdd para gasto en "adaptación climática" para enfrentar "la creciente gravedad de las inundaciones, incendios, sequías, y otros eventos climáticos extremos producto del cambio climático".
"La visión de progreso, oportunidades y justicia (social) del presidente contrasta con (la de) los republicanos del Congreso, quienes han repetidamente luchado para cortar programas críticos con los que cuenta el pueblo estadounidense", declaró la directora de Presupuesto de la Casa Blanca, Shalanda Young, a reporteros el lunes.
En línea con las propuestas del presidente Biden, el presupuesto 2025 garantiza que quienes ganan "menos de 400,000 dólares" al año "no pagarán ni un centavo más en impuestos", especificó Young.
¿Qué pasa con el déficit?
El presupuesto apunta a reducir el déficit fiscal en 3 billones de dólares en la próxima década.
Estos recortes podrían solventarse subiendo impuestos a ricos y a empresas, entre otras medidas incluidas en la iniciativa presupuestaria que afectarían los intereses de grandes farmacéuticas y petroleras por ejemplo, según explicó el gobierno.
Aunque estas propuestas son aplaudidas por la base del Partido Demócrata, también son rechazadas por los republicanos del Congreso, así como por demócratas moderados e independientes del Legislativo, en una muestra del desafío que enfrenta la Casa Blanca para llegar a aprobar un proyecto de ley de Presupuesto.