Se vislumbra un escenario de claroscuros para la economía mexicana en 2024, porque aún existen cierto grado de incertumbre por las elecciones que se realizarán en el país y por las de Estados Unidos.
Patricia Krause, economista en jefe para América Latina de Coface, aseguradora francesa de crédito, apuntó que se anticipa un menor impulso en la economía para la región; México es uno de los países que tendrá un mayor crecimiento de su PIB, pero con una desaceleración respecto a 2021.
Se espera que el PIB de México crezca 2.5% en 2024, menor al 3.2% de 2023. También se prevé que el peso pierda fuerza en relación al dólar, por la volatilidad que pueda causar la elección presidencial.
"Los números indican que hay una gran diferencia entre las dos candidatas que están en primer y segundo lugar en las encuestas, entonces esto influye, y también desde luego la elecciones en Estados Unidos", dijo.
En el tema de la inflación se observa que se tendrá una mejoría, pero todavía con niveles por encima del 4%; en América Latina la inflación se mantiene bajo control en la mayoría de los país, con excepción de Argentina, donde se espera llegue a 200%.
"Debido a esta mejora y de este proceso inflacionario, los bancos centrales deben seguir haciendo recortes en las tasas de interés", indicó Krause.
En ese aspecto, el Banco de México se perfila para un ciclo a la baja de la tasa de referencia.
Agregó que en México también se está viendo una desaceleración en las importaciones industriales a Estados Unidos, pero aún no hay nada claro "queremos seguir monitoreando el impacto de las elecciones".
Se espera que los principales mercados de exportación (Estados Unidos y China) observen un crecimiento relativamente menor en 2024, y que los precios de las materias primas han caído, lo que tiende a afectar a los países productores de América Latina.
Por su parte, Rubén Nizard, economista en jefe para Norteamerica de Coface, refirió que el mayor riesgo de las elecciones de Estados Unidos es que si Donald Trump gana ha dicho que impondrá tarifas a las importaciones de productos chinos.
Además algunos tratados podrían verse afectados por su política de acuerdos bilaterales, como es el caso del T-MEC.
