El economista consideró que todavía hay espacio para poder recaudar y hacer mejoras de eficiencia para la tributación, facilitar el sistema y darle más transparencia, pero esto dependerá del programa económico que presente la próxima administración.
“Hay muchas formas de financiar el gasto, muchas fuentes de ingresos que tiene un gobierno, lo óptimo, es lo que está pasando ahorita, hay un cierto acuerdo político sobre qué debe ser el gasto, y cuáles deben ser los programas básicos, si hay un acuerdo por el lado del gasto, la parte de financiamiento se resuelve técnicamente”, dijo el funcionario en su ponencia Perspectivas 2024 y finanzas públicas.
Rumbo a las elecciones presidenciales, los candidatos coinciden en realizar una reforma fiscal, en el caso de las candidatas Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum consideran que es necesaria, pero no en los primeros años de gobierno. El candidato, Jorge Álvarez Máynez propone una reforma tributaria para gravar el patrimonio los primeros años de nuevo gobierno.
Este sexenio no hubo reforma fiscal de fondo, pero sí cambios en reglas y materia judicial a inicios de gobierno para fortalecer el cobro de impuestos.
Déficit se diluirá
El economista en jefe descartó que el nivel de deuda pública sea un problema para México.
“México en términos de balance público, no tiene un déficit mucho más altos que otros países de América Latina, ni de otros países emergentes, de hecho, lo que estamos haciendo es ocupar un espacio fiscal que se creo durante la pandemia, México decidió no tener un impulso fiscal tan fuerte, y eso nos ahorró un espacio fiscal que ahorita podemos aprovechar”, dijo.
Respecto a que la diferencia entre el gasto y los ingresos públicos llegará este año a 5.9% del PIB, su nivel más alto registrado, explicó que no se debe suponer que tendremos déficits todos los años o de esta magnitud, y que eventualmente se diluirá.
“Un déficit es cuando en un año, el gasto es superior a los ingresos, eso es 'contablemente' lo que sucede, esa diferencia tiene que ser financiada, generalmente es financiada con deuda, pero eso puede suceder una vez, y no tiene que suceder todos los años, es como ustedes cuando en un año necesitan hacer inversión, al siguiente año lo dejas de hacer, y vuelve todo a la normalidad”, explicó.
“Eventualmente estos déficit se van a diluir porque las inversiones, los gastos se resuelven, y si fuera el caso, de que esta brecha se mantiene, se decide cómo financiarse. México puede si lo desea endeudarse, y no es que esté mal cuando se usa para inversión que genera retornos a mediano y largo plazo, es bueno, hay aversión a la deuda, no debe ser el caso, si se justifica un nivel de endeudamiento acorde con perspectivas, está bien tomar deuda”, agregó Mariscal.