“Las deducciones las otorga el Estado. Representan una renuncia de recaudación como un apoyo a quienes pagan un servicio que en esencia debe dotar el sector público”, comentó Luis Pérez de Acha, especialista en materia fiscal y socio fundador del despacho PDeA.
Apenas en junio pasado, las colegiaturas tuvieron una inflación anual de 6.35%, un índice más alto que años anteriores, pues en el mismo periodo, pero de 2023 y 2022, las alzas fueron de 4.85% y 3.3% respectivamente, de acuerdo con datos del Inegi.
No obstante, para el ciclo escolar 2024-2025, el monto de las deducciones por colegiaturas será el mismo que el ciclo escolar 2011-2012.
De acuerdo con el decreto que otorgó este estímulo fiscal, en el sexenio de Felipe Calderón, el monto a deducir en un año fiscal por colegiaturas de primaria es de 12,900 pesos, cuando un mes de colegiatura va de entre 1,600 y hasta 26,000 pesos.
La deducción para nivel preescolar, en un año, es de 14,200 pesos, cuando uno de los costos anuales promedio más altos en el área metropolitana de la CDMX de este nivel es de 21,514 pesos, refiere información del INEGI.
De acuerdo con Hacienda, las personas físicas pueden deducir los pagos por servicios de enseñanza en los niveles comprendidos desde educación básica hasta media superior, que realicen para sí, para su cónyuge o la persona con quien vivan en concubinato, y para sus ascendientes o descendientes en línea recta, siempre que dichas personas no perciban ingresos iguales o superiores a 1 UMA anual.
Estas son aplicables cuando los pagos se efectúen mediante cheque nominativo del contribuyente, transferencias electrónicas de fondos, desde cuentas abiertas a nombre del contribuyente o mediante tarjeta de crédito, de débito, o de servicios.