Los economistas consultados por Reuters habían previsto que el IPC aumentara un 0.2% en el mes y un 3.0% en términos interanuales. El martes, el Gobierno informó de un leve aumento de los precios de producción en julio.
El crecimiento anual de los precios al consumidor se ha moderado considerablemente desde el máximo del 9.1% alcanzado en junio de 2022, ya que el encarecimiento de los préstamos enfría la demanda. Aunque sigue siendo elevada, la inflación se acerca al objetivo del 2% del banco central estadounidense.
Las probabilidades de un recorte de tasas en la reunión de política monetaria de la Fed del 17 y 18 de septiembre se dividen entre medio punto porcentual y 25 puntos básicos. La probabilidad se debe sobre todo al aumento de la tasa de desempleo, que en julio se situó en el 4.3%, el nivel más alto de los últimos tres años.
Sin embargo, los economistas sostienen que el mercado laboral tendría que deteriorarse considerablemente para que el banco central aplique una reducción de tasas de 50 puntos básicos. El cuarto incremento mensual consecutivo de la tasa de desempleo se debió sobre todo a un aumento de la oferta de mano de obra inducido por la inmigración, más que a despidos.
La Reserva Federal ha mantenido su tasa de interés de referencia a un día en el rango actual de 5.25% a 5.50% durante un año, tras haberlo subido 525 puntos básicos en 2022 y 2023.
Excluyendo los volátiles componentes alimentario y energético, el IPC subió un 0.2% en julio, tras ganar un 0.1% en junio. En los 12 meses transcurridos hasta julio, el IPC subyacente avanzó un 3.2%. Se trata del menor aumento interanual desde abril de 2021, tras el 3.3% de junio.