Pero a largo plazo, opinan analistas, México tiene cierta influencia, particularmente en materia de migración, que podría ayudar a diluir algunas de las promesas de Trump en áreas como el comercio y la seguridad.
"Lo que sabemos sobre Trump es que es transaccional", dijo Mariana Campero, del Programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), con sede en Washington.
Campero agregó que Sheinbaum, quien asumió el cargo en octubre, se beneficiará más si sigue el ejemplo de su mentor político y predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Conocido como AMLO, el exmandatario encontró una manera de trabajar con Trump durante el primer mandato del republicano (2017-2021), ejerciendo una mayor aplicación de la ley en materia de migración y alejando las relaciones de las opciones de política económica estadounidense que habrían sido más perjudiciales para México.
"Sheinbaum podría decir: 'Está bien, México puede recibir a los ciudadanos mexicanos (deportados), pero no impondrás aranceles'", comentó Campero.
México también podría apoyarse en las empresas estadounidenses, muchas de las cuales se benefician significativamente del tratado comercial de Norteamérica, T-MEC, para presionar frente a grandes aumentos arancelarios.
El actual TMEC se negoció durante el gobierno de Trump y terminó siendo mucho menos perjudicial para México de lo que los funcionarios mexicanos habían temido inicialmente. El TMEC será revisado en 2026 y esas conversaciones serán un momento clave en la relación entre Sheinbaum y Trump.
"Esperaría que el gobierno pudiera, en todo 2025 y hacia el 2026, tratar de desarrollar una acción mucho más definida y mucho más agresiva para identificar aliados en México, en Estados Unidos (...) que puedan ser buenos interlocutores con Trump", opinó Antonio Ocaranza, analista y exportavoz del expresidente mexicano Ernesto Zedillo.
El nombramiento por parte de Sheinbaum del secretario de Economía, Marcelo Ebrard -exsecretario de Relaciones Exteriores de AMLO que tiene experiencia personal tratando con Trump- fue visto como una poderosa señal de que México se está preparando para la revisión del TMEC, dijeron analistas.
China, drogas y seguridad
Pero otra zona de tensión potencial es China.
Pese a la presión estadounidense, México ha permitido que las empresas chinas expandan su presencia en los últimos años y está considerando un programa de incentivos abierto a empresas de cualquier país interesadas en invertir en su territorio.
Mientras tanto, Trump ha prometido un arancel del 60% sobre los productos chinos y uno de al menos el 10% sobre todas las demás importaciones.
El programa de incentivos de México para atraer inversiones, que no excluye a China, podría poner al país latinoamericano en una situación de colisión con la administración Trump.