"Pues ante el avance de la desinflación, consideramos que podemos proseguir con los recortes en la tasa de referencia y pues en las siguientes reuniones estaremos valorando el panorama inflacionario y tomando las decisiones correspondientes," dijo Rodríguez a última hora del lunes.
En octubre, la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de la energía y los alimentos, se desaceleró al 3.80% en los 12 meses hasta octubre, frente al 3.91% de septiembre. La tasa de inflación general anual subió al 4.76% el mes pasado, frente al 4.58% de septiembre.
Banxico fija como meta una inflación general del 3%, con margen de error de un punto porcentual.
"Dependiendo de lo que vayamos viendo en el panorama inflacionario, podría incluso haber recortes superiores," dijo Rodríguez, refiriéndose al hecho de que las cuatro reducciones de tasas de interés este año, incluidas en las últimas tres reuniones consecutivas, han sido de 25 puntos básicos cada una.
En tanto, el peso mexicano se ha debilitado marcadamente en los últimos seis meses, ya que una serie de reformas posteriores a las elecciones mexicanas sacudieron la confianza de los inversionistas en el sistema legal del país y la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos alimenta la incertidumbre sobre el futuro de la crítica relación comercial bilateral.
Aún así, tras las elecciones estadounidenses, las condiciones de operación de los mercados se han mantenido "relativamente ordenadas", dijo Rodríguez, y agregó que si bien Banxico no ha tenido que tomar ninguna medida, estaba monitoreando la situación y listo para actuar si era necesario.
"En caso de que las condiciones de operación lo requieran, podríamos, si fuera necesario, intervenir y estamos permanentemente atentos", dijo Rodríguez.
El viernes, la Secretaría de Hacienda de México presentó el muy esperado presupuesto del gobierno para 2025 , pronosticando que el déficit presupuestario el próximo año se reducirá al 3.9% del Producto Interno Bruto (PIB) a medida que aumenta el crecimiento económico y el gobierno planea fuertes recortes de gastos , incluidos los de defensa y seguridad.
Los observadores del mercado seguían de cerca el presupuesto mientras el gobierno está bajo presión para reducir el déficit que se espera que cierre este año en el 5.9% del PIB, el más alto desde la década de 1980.
"Un elemento importante que me gustaría resaltar es que después de que se diera a conocer el paquete este viernes pasado, pues los mercados financieros mantuvieron un comportamiento ordenado, lo cual pues sin duda es una señal positiva", dijo Rodríguez.