Esa promesa ha hecho temer una guerra comercial entre Estados Unidos y dos de sus mayores socios comerciales.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, advirtió esta semana de que el plan arancelario de Trump tendría consecuencias nefastas para ambos países y sugirió posibles represalias tras su amenaza de imponer aranceles generalizados del 25% a las importaciones mexicanas y canadienses.
Trump quiere utilizar los aranceles como una herramienta para conseguir que México y Canadá ayuden a frenar el flujo de drogas ilegales a Estados Unidos, en particular el mortal opioide fentanilo, y también a los migrantes que cruzan ilegalmente a Estados Unidos.
"Discutimos muchos temas importantes que requerirán que ambos Países trabajen juntos para abordarlos, como la Crisis del Fentanilo y las Drogas que ha diezmado tantas vidas como resultado de la inmigración Ilegal, Acuerdos Comerciales Justos que no pongan en peligro a los Trabajadores Estadounidenses, y el masivo Déficit Comercial que Estados Unidos tiene con Canadá", dijo Trump en un post en Truth Social.
"Trudeau se ha comprometido a trabajar con nosotros para poner fin a esta terrible devastación de las Familias estadounidenses", agregó.
La oficina de Trudeau no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre su reunión con Trump.