Baja California Sur encabezó la atracción de nuevas inversiones con 738.4 millones de dólares, las cuales están dirigidas al sector turístico en servicios de alojamiento temporal.
En segundo lugar está Quintana Roo, que registró 395.7 millones de dólares, y también destaca por la atracción de inversión extranjera en turismo.
Y en tercero se encuentra Chihuahua con una captación de 252.2 millones de dólares, donde el flujo se dirige a la fabricación de equipo de transporte.
De acuerdo con una metodología elaborada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), únicamente el sector de fabricación de transporte, que entra en la industria manufacturera, está asociado con el nearshoring.
Los que siguen y los desafortunados
Con una menor atracción de inversiones nuevas se ubican Jalisco, Nayarit, Yucatán y Nuevo León, algunas destacan por ser consideradas de mayor atractivo para la relocalización.
Jalisco logró captar 184.1 millones de dólares, Nayarit, 145.2 millones, Yucatán 104.4 millones y Nuevo León 100.4 millones.
Hubo entidades que no alcanzaron un pedazo del pastel de las nuevas inversiones, como Durango, Morelos, Tlaxcala, San Luis Potosí y Coahuila, que quedaron en ceros.
También se registraron los casos de flujos negativos, como el de la Ciudad de México, que registró -45.7 millones de dólares. Este resultado es llamativo, ya que en años anteriores la capital del país fue líder en captación de nuevas inversiones. En 2023 atrajo 1,126 millones de dólares; en 2022 sumó 7,432 millones, y en 2020 recibió 3,630 millones.
Analistas mantienen una cautela del fenómeno del nearshoring en México y su impacto en los estados, ya que hasta ahora el capital nuevo no solo no ha crecido, sigue tocando mínimos.