En su primer día de mandato, el presidente de Estados Unidos firmó una orden ejecutiva para designar a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras , bajo la declaración de emergencia nacional de conformidad con la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés) y la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), y el objetivo de hacer frente a las amenazas de los cárteles y terminar con la presencia de estas organizaciones de Estados Unidos.
El proceso inicia con este documento, a partir del 20 de enero, y el secretario de Estado, en consulta con el secretario del Tesoro, fiscal general, secretario de Seguridad Nacional y el director de Inteligencia Nacional, tomará las medidas para hacer una recomendación con respecto a la designación de cualquier cártel, refiere el documento.
Si estos actores opinan favorablemente, “hay que notificar al Congreso, el cual tiene siete días para eventualmente negar la aprobación, si no se pronunciara el Congreso, se da la aprobación y se publica un aviso en un registro federal norteamericano sobre organizaciones terroristas, entonces sale a la luz, la efectiva designación”, explicó Sandro García-Rojas Castillo, socio fundador de Lex Quo Group y consultor internacional.
Esto tendrá implicaciones importantes, sobre todo para el sistema financiero, “no nada más para los bancos, porque muy probablemente los bancos de Estados Unidos van a fortalecer sus controles, porque estos dan los servicios de banca corresponsal, si tú no tienes el servicio de una banca corresponsal en México es difícil que puedas hacer una transferencia internacional. Los bancos que brindan esta cuenta corresponsal (a otros bancos), deberán tener mucho cuidado de que esos bancos (los mexicanos) cumplan con los estándares que ellos mismos piden, entonces no puedes relajar tus controles”, agregó García-Rojas.
Lo que preocupa entre el sector financiero es que en México está más acostumbrado a las disposiciones en materia de lavado de dinero, enfocadas al destino del dinero, pero no a las enfocadas al financiamiento al terrorismo, que atienden el origen del dinero.
“Suena sutil la diferencia, pero se necesitan medidas de control en las instituciones financieras muy distintas para identificar uno del otro. En lavado de dinero hay grandes multas, pero con financiamiento al terrorismo hay multa pecunaria, también congelamiento de activos, y hasta posible cárcel por un largo periodo, entonces si los bancos extranjeros no se sienten tranquilos con la operación de bancos mexicanos, sencillamente no van a operar con los bancos mexicanos”, comentó Víctor Manuel Herrera, presidente de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivo de Finanzas (IMEF).
Lo anterior representaría un riesgo también para las empresas de comercio internacional que operan en México, pues se verían limitadas a realizar operaciones para sus pagos a proveedores y clientes, además de desincentivar la nueva inversión en territorio mexicano, pues el presidente Trump, también retiró a Estados Unidos del acuerdo internacional de la OCDE que busca impuestos mínimos de 15% sobre las ganancias de las multinacionales , tras el objetivo de que la tasa efectiva que aplique en EU sea más baja a este porcentaje, consideró Gloria Rocío Estrada Antón, presidenta de la Comisión Técnica de Comercio Exterior del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM).