"Si los salarios crecen y la productividad no está creciendo en la misma proporción, esto se va a pagar en una forma de presiones inflacionarias", dijo este miércoles Alejandro Saldaña Brito, economista en jefe de Ve por Más (BX+).
Junto con los aumentos salariales, añadió, los costos laborales también se han incrementado para las empresas, por el aumento en las vacaciones y las aportaciones para la seguridad social.
Para el índice no subyacente, el panorama no apunta a que vaya a bajar en el horizonte. Entre otras razones, debido al cambio climático y a factores geopolíticos.
La inflación no subayacente "probablemente va a estar muy volátil este año", señaló. "En un contexto climático cada vez más extremo y de continuas tensiones geopolíticas, que pueden incidir en el precio de los energéticos, y ahora comerciales, difícilmente la inflación no subyacente va a volver a sus niveles de crecimiento normal este año, anticipó Saldaña Brito.
Consumo resiliente
En ese sentido, agregó, la perspectiva para este año es que el consumo se mantendrá resiliente, impulsado por el consumo básico. Mientras que la parte discrecional (aquello que no es de primera necesidad) "no estará tan sólido".
La inflación en alimentos también se puede mantener elevada, lo que provocará que los consumidores sean más selectivos con el gasto, particularmente en lo que no sea de primera necesidad.
En el índice subyacente, las mercancías no están bajando, y la inflación en servicios no bajará demasiado.
Para este año, BX+ anticipa que la inflación general cerrará el año en 3.8% y de entre 3.7% y 3.8% para la subyacente.