El 10 de febrero, el gobierno de Donald Trump anunció un arancel de 25% a las importaciones de acero y aluminio . Estas tarifas se aplicarán desde el 12 de marzo a todos los bienes importados para consumo en Estados Unidos.
Esta medida revoca todas las exenciones y acuerdos previos de la Sección 232 de 2018, afectando a países como Australia, Corea del Sur, Canadá, México, Brasil, Japón, Reino Unido y la Unión Europea, que ahora deberán pagar el arancel de 25%.
En cuanto al comercio general con Estados Unidos, la mayor parte de las exportaciones mexicanas siguen libres de tarifas gracias al acuerdo alcanzado recientemente, ya que cumplen con las disposiciones del tratado vigente.
De acuerdo con Ebrard, la mayoría del comercio mexicano que cumple con las disposiciones del T-MEC continuará exento de aranceles, pero existe un porcentaje de exportaciones –entre el 10 y el 12%– que operan bajo la cláusula de "nación más favorecida", un mecanismo internacional que permite a los países acceder a condiciones comerciales preferenciales si no pueden cumplir con las reglas de origen del tratado.
"Vamos a trabajar con empresas que no tienen la posibilidad de cumplir con esas normas, que quedarían en ese 10-12% y que tenemos que trabajar con ellos, principalmente industria automotriz y otras industrias relacionadas", señaló Ebrard.
El 2 de abril será clave, pues se presentará el diagnóstico del comercio exterior de Estados Unidos, lo que definirá el futuro de estas tarifas.
"Tendremos claro, no sólo respecto a México, sino a todos los países del mundo".