Los países en desarrollo experimentaron una afluencia de 435,000 millones de dólares en IED en 2023, el último año del que se dispone de datos, lo que representa aproximadamente el 2.3% de su PIB en promedio.
Esta cifra es la mitad del máximo observado en 2008.
La IED es inversión productiva en un país, proveniente de otro origen.
Los países firmaron cada vez menos tratados destinados a aumentar la IED: entre 2010 y 2024 entraron en vigor 380 tratados de inversión, lo que representa menos de la mitad de la cifra observada entre 2000 y 2009, según el informe.
Dos tercios de esta IED se centró en las economías emergentes más grandes, donde China, India y Brasil, en conjunto, representaron la mitad de toda la inversión extranjera directa en países emergentes y en desarrollo entre 2010 y 2023.
Por el contrario, los 26 países más pobres representaron menos del 2% de la IED durante este período.
"La inversión privada impulsa el crecimiento, y la IED es generalmente la forma más productiva de inversión privada", afirmó el economista jefe del BM, Indermit Gill, citado en un comunicado.
"Sin embargo, en los últimos años, los gobiernos han intentado imponer barreras a la inversión y el comercio cuando deberían estar haciendo lo contrario", lamentó.
La IED es esencial, aseguró el Banco, ya que un aumento del 10% generó un incremento promedio de 0.3 puntos porcentuales (pp) en el PIB, según datos observados entre 1995 y 2019 en más de 70 países.