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Estados Unidos vs. China, la carrera global por la exportación de servicios

En dos décadas, Estados Unidos triplicó sus exportaciones de servicios a 1.1 billones de dólares. China las multiplicó por 5.3, hasta 444,384 millones.
vie 06 junio 2025 01:17 PM
Estados Unidos y China enfrentan una nueva guerra: la de exportación de servicios
Más allá de la competencia entre gigantes, el comercio de servicios en sí mismo vive un auge silencioso.

Primero fueron las fábricas. Luego los barcos repletos de contenedores. Ahora, la batalla comercial se libra en un terreno menos visible, que es el de las ideas, el talento y la tecnología. Las exportaciones de servicios se convierten en el nuevo campo de juego donde Estados Unidos y China compiten con fuerza.

El comercio global de servicios alcanzó los 8.69 billones de dólares en 2024. Creció 9%, un ritmo que rebasa con creces al de los bienes (2%). La tendencia no es menor. En un mundo cada vez más digital, los servicios representan la nueva llave del crecimiento.

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Estados Unidos se mantiene en la cima. Exportó poco más de un billón de dólares en servicios en 2024, según la OMC. Sin embargo, el temor de Trump no es infundado. China avanza con fuerza, como ya lo hizo en el mercado de bienes a principios del siglo. Entre ambos, el Reino Unido, Alemania e Irlanda también pugnan por su parte del pastel.

Los datos cuentan su propia historia. En 2005, Estados Unidos exportaba servicios por 362,904 millones de dólares. El año pasado, la cifra alcanzó 1.1 billones, tres veces más. China partía de 83,815 millones en 2005. Hoy suma 444,384 millones, un salto de 5.3 veces.

Solo en 2024, China creció 17.1% en exportaciones de servicios. Estados Unidos avanzó 8.4%. El impulso chino proviene de varias fuentes: la adopción acelerada de tecnologías como la Inteligencia Artificial, la expansión del comercio electrónico y una estrategia de diversificación de mercados que se despliega con disciplina.

El superávit que le da oxígeno a EU

En Estados Unidos los titulares se enfocan en los déficits de bienes, pero hay un sector que sostiene la balanza de Estados Unidos: los servicios. En 2024, el país registró un superávit de 293,400 millones de dólares en comercio de servicios, frente a un déficit de 1.21 billones en bienes. Gracias a ello, el déficit comercial total se mantuvo por debajo del umbral psicológico del billón de dólares.

Detrás del músculo exportador estadounidense se esconden dos motores inesperados: la educación y el turismo. Estos servicios, aunque se ofrecen dentro del país, cuentan como exportaciones porque son consumidos por extranjeros, señala un análisis del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS por sus siglas en inglés).

Durante el ciclo académico 2023-2024, más de un millón de estudiantes internacionales dejaron una derrama de 43,800 millones de dólares y sostuvieron 378,175 empleos en el país. A esto se suma el turismo: en 2024, 35.16 millones de visitantes internacionales gastaron más de 253,900 millones en bienes y servicios relacionados con viajes y turismo en territorio estadounidense.

Ambos sectores no solo generan ingresos robustos, también refuerzan la posición de Estados Unidos en el comercio global de servicios, un ámbito a menudo subestimado en las discusiones comerciales, dice el CSIS.

China convierte los servicios en su nuevo motor

China, por su parte, acelera con fuerza. Su crecimiento en servicios no ocurre por accidente. Responde a un enfoque deliberado que combina políticas de apertura, digitalización y un uso estratégico de su vasto mercado interno.

En 2024, las exportaciones de servicios del país crecieron 18.2%. Las importaciones aumentaron 11.8%, de acuerdo con el Ministerio de Comercio chino. Una política flexible de tránsito sin visa impulsó el turismo entrante, con un auge de visitantes internacionales atraídos por la riqueza cultural y natural de China. El fenómeno "China Travel" se volvió viral en redes sociales, ampliando el interés global por el país.

Además, los contenidos culturales digitales chinos ganaron terreno en el extranjero. El videojuego Black Myth: Wukong y diversas producciones audiovisuales difundidas en plataformas internacionales se convirtieron en ejemplos tangibles de este avance, detalla en un artículo la agencia oficial de noticias de China, Xinhua.

El gobierno chino ha reforzado esta estrategia con reformas clave. Una de ellas es la adopción de una lista negativa nacional para el comercio transfronterizo de servicios, que elimina barreras y promueve la apertura en sectores clave. También fomenta zonas de demostración para el desarrollo innovador del sector.

El auge del comercio de servicios

Más allá de la competencia entre gigantes, el comercio de servicios en sí mismo vive un auge silencioso. A diferencia de los bienes tangibles, los servicios cruzan fronteras de forma menos visible pero igual de potente.

El espectro es amplio: turismo, transporte, servicios financieros, propiedad intelectual, tecnologías de la información, desarrollo de software, procesamiento de datos, educación en línea, consultoría, entretenimiento, medios de comunicación y eventos deportivos, entre otros.

Hasta la crisis financiera global, el comercio de servicios y el de bienes crecían a ritmos similares. Luego sus caminos se separaron. Mientras el crecimiento del comercio de bienes se frenaba, los servicios continuaron su trayectoria ascendente.

Hoy representan más de dos tercios del PIB mundial, atraen más de 75% de la inversión extranjera directa en las economías avanzadas y generan la mayoría de los nuevos empleos a nivel global. En la economía digital actual, el comercio de servicios es la vía para acceder a información, habilidades y tecnología, de acuerdo con la OCDE.

El potencial es inmenso, pero el camino no está libre de obstáculos. El comercio de servicios enfrenta diversas barreras regulatorias que elevan los costos y frenan la competitividad. Entre ellas figuran restricciones al acceso a mercados, diferencias regulatorias entre países y obstáculos en la movilidad de los proveedores.

Estas barreras, muchas veces invisibles, marcan la nueva frontera de la política comercial internacional. Mientras Estados Unidos y China compiten por exportar más servicios, otros países también buscan su oportunidad en este tablero en expansión.

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