La economía mexicana presenta señales claras de desaceleración, pero la inflación no cede. Para algunos analistas, el país ya se encuentra en un entorno recesivo, con destrucción de empleos, caída del consumo y retrocesos en la inversión fija bruta. Sin embargo, la baja en la demanda no se ha traducido, como cabría esperar, en una moderación más clara de los precios.
Inflación no cede pese a señales de recesión, analistas explican por qué sucede

Luis Gonzali, vicepresidente de inversiones de la misma firma, considera que el país atraviesa una recesión leve, más parecida a la de 2019 que a la crisis de 2020, aunque sus efectos pueden prolongarse ante un panorama estructuralmente débil.
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Aunque las expectativas están ancladas y se espera que la inflación se modere poco a poco, “siempre ha sido contradictorio en México que en momentos de crisis la inflación se mantiene arriba del objetivo del Banxico”, explicó Ramsé Gutiérrez, vicepresidente senior y codirector de inversiones de Franklin Templeton. El analista reconoció que tomando en cuenta una inflación por encima del rango objetivo de Banxico, en un ambiente recesivo, podría decirse que el nivel de precios es técnicamente alto.
La evolución de la inflación en 2025
La inflación anual promedio en el segundo trimestre fue de 4.22%, desde 3.72% en el primer trimestre, lo cual ya implica una aceleración observable. Tocó su punto más alto en mayo y mostró una desaceleración en junio, pero aún fuera del objetivo del Banco de México de 3% +/- un punto porcentual.
En julio, la inflación podría ubicarse debajo del 4% anual, gracias a un “efecto de base de comparación”, estimó Actinver, pero advirtió que esta caída sería temporal.
“Estimamos que la inflación de julio podría ubicarse debajo del 4.0% con una probabilidad del 70%. No obstante, conforme se disipe ese efecto, la inflación comenzará a repuntar nuevamente”, indica su análisis.
Monex, por su parte, estima un cierre de 2025 con inflación de 4.10%, fuera del rango objetivo del Banco de México, lo que apunta a una persistencia inflacionaria más prolongada de lo anticipado.
En contraste, desde la visión de Vanguard, el panorama es menos preocupante. Sus estrategas, en entrevista con Expansión, expresaron que los repuntes recientes en la inflación son “algo transitorio”. Consideran que Banxico aún tiene espacio para recortar tasas porque “la inflación está bastante controlada”, pese a rondar el 4%. “En los comunicados oficiales del banco central se han mostrado cómodos, no con el nivel de 4%, sino con la evolución de la inflación”, señalaron desde Vanguard.
¿Por qué sube la inflación si México puede estar en recesión?
Uno de los elementos más desconcertantes es que, a pesar del deterioro económico, los precios siguen al alza. Ramsé Gutiérrez apunta a una dinámica estructural del mercado mexicano: el poder de fijación de precios está concentrado en grandes empresas.
“La mayoría de las grandes empresas en México tienden a ser monopolios u oligopolios. Casi no importan las crisis, porque saben que ellos son los únicos que producen el bien, y eso les da mayor facilidad para establecer el precio y generar presiones inflacionarias”, explicó.
Además, se está observando una destrucción de empleadores formales y, con ello, se puede reducir la oferta de bienes.
“La cantidad de empleadores formalmente registrados está teniendo una caída peor que la de la pandemia, en términos anuales. Esto reduce la competencia en la oferta y puede generar más inflación”, agregó.
Recientemente el IMSS reportó una caída de 2.9% en los patrones afiliados formalmente, se trata de la mayor contracción. E incluso supera a las crisis de 2009, cuando colapsaron las bolsas mundiales, y supera a la destrucción de empresas registrada durante 2020, en el año del Covid.
Además, entre abril y junio se perdieron 139,000 empleos formales, según cifras del IMSS. Y la inversión fija bruta tocó su peor nivel desde 2021, de acuerdo con el análisis de Franklin Templeton, lo cual es una muestra de un ambiente recesivo con una inflación que muestra sesgos al alza.
El comportamiento del consumo privado ha sido negativo durante 2025, algo no visto desde la pandemia, afirmó Gutiérrez.
A ello se suman los efectos de shocks climáticos y comerciales, como el gusano barrenador, la gripe aviar o los aranceles de Estados Unidos, que han elevado los precios agropecuarios y mermado la actividad económica. Según Monex, la inflación agropecuaria repuntó 5.31% anual en el segundo trimestre, mientras que el consumo muestra una tendencia claramente descendente. Y la actividad económica cayó 1.5% anual en abril.
El indicador oportuno de consumo privado, publicado en junio, estima 0.1% mensual en abril y 0.0% en mayo, desde -0.2% en marzo. En términos anuales, en el primer trimestre del año, el consumo cayó 0.9%, y para abril y mayo el indicador oportuno prevé reducciones de 0.8% y 0.5% respectivamente, confirmando una fase de desaceleración.
Banxico, con un ojo en la inflación y otro en el crecimiento
El Banco de México ha reducido su tasa de interés en 2025 en 250 puntos base, colocándose como el tercer banco central del mundo más agresivo en recortes este año. A pesar de que su mandato es únicamente la estabilidad de precios, la magnitud del ajuste sugiere que también está mirando el estancamiento económico.
“Parece que Banxico tiene un ojo en el gato y otro en el garabato”, dijo Ramsé Gutiérrez, en referencia a la dualidad entre el combate a la inflación y el estímulo al crecimiento.
Las expectativas inflacionarias para el cierre de 2025 se han ajustado al alza, de 3.8 a 3.9%, según la más reciente minuta de Banxico. Aun así, el banco espera que la inflación converja a su meta hasta el tercer trimestre de 2026, no antes.