La cifra principal del PIB estuvo muy distorsionada por el comercio, como ocurrió en el primer trimestre. Economistas dicen que la política comercial proteccionista del presidente Donald Trump, que incluye altos aranceles a las importaciones, así como el retraso de aranceles aún más gravosos, ha dificultado la obtención de un pulso claro de la economía.
Los economistas instaron a centrarse en las ventas finales a compradores privados, consideradas por economistas y responsables de política monetaria por igual como un barómetro del crecimiento económico subyacente de Estados Unidos.
La prisa por evitar los aranceles disparó las importaciones en el primer trimestre, lo que provocó un déficit récord en el comercio de bienes que lastró la economía. La tendencia se invirtió el trimestre pasado. Las importaciones descuentan para el cálculo del PIB.
Una encuesta de Reuters entre economistas había pronosticado un repunte del PIB a una tasa anualizada del 2.4%. Sin embargo, la encuesta concluyó antes de que los datos del martes mostraran que el déficit comercial de bienes se redujo en junio a su nivel más bajo en casi dos años y que las existencias aumentaron marginalmente.
Esto llevó a los economistas a mejorar sus estimaciones de crecimiento del PIB en 0.8 puntos porcentuales, a un 3.3%. El comercio y los inventarios son los componentes más volátiles del PIB.