Los recortes al gasto público y los récords en la recaudación de impuestos marcan el andar de la administración a cargo de Claudia Sheinbaum en sus primeros 11 meses.
Recortes al gasto y récord de recaudación marcan el primer año de la presidenta

Rogelio Ramírez de la O, titular de Hacienda con Andrés Manuel López Obrador, y quien diseñó el primer paquete económico de la presidenta, dejó como herencia el cometido de reducir el déficit fiscal, el cual avanza a través de recortes al presupuesto y un apretón de tuercas en materia de recaudación.
Al cierre de julio, el déficit fiscal fue de 686,899 millones de pesos, un descenso de 36.3% frente al mismo periodo del año pasado, y que obedece a un recorte al presupuesto por 300,729 millones, y excedentes por ingresos no petroleros por 122,568 millones impulsados, principalmente, por una mayor eficiencia para la recaudación de impuestos, refirió el recién publicado informe de las finanzas y deuda públicas.
Esta política de reducción del déficit se mantendrá hasta el cierre de año y será visible en la propuesta del Paquete Económico para 2026, que se presenta el próximo 8 de septiembre, consideró Christopher Cernichiaro, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco,
El objetivo, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda, es reducir el déficit de 5.7% del PIB, reportado en 2024, a 4.0% del PIB, para 2026.
La dependencia ha recurrido a ahorros extraordinarios y los mayores ajustes, hasta el séptimo mes del año, se concentraron en el gasto programable, el cual se destina para entregar bienes y servicios a la población, financiar programas sociales, además de permitir el funcionamiento de las instituciones, dependencias y entidades del sector público.
Como parte de esta política, hasta junio se han reportado menores erogaciones para programas sociales como la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores; para Personas con Discapacidad; Sembrando Vida y la Escuela es Nuestra, además de reducciones a Pemex y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) para el desarrollo de infraestructura.
“Con este tipo de acciones la población tiene menor acceso, y en peores condiciones, a los servicios y obras públicas, pues son gastos que se pueden ajustar de manera más sencilla, frente a otros que son obligatorios como el costo de la deuda pública o los recursos que se envían a los estados”, dijo Cernichiaro.
Apretón de tuercas
Otra política que predomina y que continuará es incrementar y hacer más eficiente la recaudación de impuestos.
A falta de una reforma fiscal, el gobierno apuesta por una mayor fiscalización de los contribuyentes, a través de la digitalización de procesos para hacer más eficientes los cruces de información y detectar discrepancias entre los ingresos y gastos, explicó Luis Pérez de Acha, socio fundador y director del despacho Pérez de Acha e Ibarra de Rueda.
El gobierno también apunta a cerrar las grietas por las que se cuelan recursos públicos por contrabando, fraudes fiscales, y a una mayor recaudación por aranceles que aplica a los países con los que no se tiene acuerdo comercial.
Al cierre de julio, el monto de los ingresos para el erario público por cobro de impuestos fue mayor en 88,165 millones de pesos frente a lo programado, mayormente impulsado por excedentes de IVA con 53,561 millones; le siguió el ISR con 48,096 millones, y sorprendentemente el impuesto a importaciones por un excedente de 12,705 millones.