El IMSS reportó la creación de más de 116,000 empleos formales en septiembre, pero no aclaró cuántos provienen de la prueba piloto para trabajadores de plataformas digitales. La falta de detalle alimenta dudas sobre la solidez real del mercado laboral y sobre cuánto del repunte responde a un cambio estructural o a un efecto estadístico.
El IMSS reporta más trabajos, pero sin claridad en su origen

Sin embargo, el reporte no detalla cuántos de esos empleos corresponden a la prueba piloto obligatoria que integra a las personas trabajadoras de plataformas digitales —como Uber, Didi o Rappi— al régimen del IMSS.
En agosto, el Instituto había informado que 133,178 nuevos registros de julio y agosto derivaron de ese programa. De mantenerse ese nivel, más de la mitad del empleo formal reciente (54%) estaría vinculado al piloto, lo que cuestiona la solidez de la recuperación laboral tradicional.
De acuerdo con un análisis de Banco Base, el empleo formal acumula un incremento de 333,303 puestos en los primeros nueve meses del año, una caída de casi 27% respecto al mismo periodo de 2024, y la cifra más baja para enero-septiembre desde 2020, año de la pandemia.
Incluso si se considera el efecto positivo del programa piloto, la generación de empleo es la más débil en 15 años, comparable solo con los periodos de recesión económica de 2009 y 2020.
A tasa anual, el número total de trabajadores asegurados creció apenas 0.4%, pero sin el componente de plataformas digitales, habría registrado una contracción de 0.19%, según las estimaciones del banco.
El deterioro también se refleja en el registro de empleadores: en septiembre el IMSS contabilizó 1,039,227 patrones, una disminución de 124 respecto a agosto y de 25,318 en comparación anual, equivalente a una caída de 2.38%. Es la racha negativa más larga en la historia del Instituto, con 17 meses consecutivos de descenso.
El salario base de cotización promedio se ubicó en 623.10 pesos diarios, con un aumento nominal anual de 7.14%, pero un crecimiento real de solo 3.26%, el más bajo desde junio. Esto, combinado con el menor ritmo de creación de empleo, provocó que la masa salarial real —una medida del poder adquisitivo total de los trabajadores— creciera apenas 3.68%, su menor ritmo en tres meses.
Aunque los datos muestran cierta estabilización después del segundo trimestre, los analistas advierten que la recuperación del empleo formal sigue apoyada en factores temporales, como la incorporación de repartidores y conductores digitales al sistema.
La falta de transparencia sobre el número exacto de empleos creados por esta vía impide evaluar la fortaleza real del mercado laboral, mientras que el retroceso en el número de patrones apunta a una menor capacidad de generación de empleo desde el sector privado.