Las empresas y los consumidores estadounidenses se están llevando la peor parte de los nuevos aranceles de importación del país, según los primeros indicios, lo que contradice las afirmaciones del presidente Donald Trump y complica la lucha de la Reserva Federal contra la inflación.
Cómo Estados Unidos está asimilando los aranceles de Trump

Trump predijo que los países extranjeros pagarían el precio de sus políticas proteccionistas, apostando a que los exportadores absorberían el costo solo para mantenerse en el mayor mercado de consumo del mundo.
Pero estudios académicos, encuestas y comentarios de empresas muestran que durante de los primeros meses del nuevo régimen comercial de Trump son las compañías estadounidenses las que están pagando la factura y repercutiendo parte de ella en el consumidor, y que es probable que haya más alzas de precios.
"La mayor parte del costo parece recaer sobre las empresas estadounidenses", dijo Alberto Cavallo, profesor de la Universidad de Harvard, en una entrevista para analizar sus conclusiones. "Hemos visto un traspaso gradual a los precios al consumo y hay una clara presión al alza".
Un portavoz de la Casa Blanca dijo que "los estadounidenses pueden enfrentarse a un periodo de transición de los aranceles", pero que el costo "lo asumirán en última instancia los exportadores extranjeros." Las empresas están diversificando sus cadenas de suministro y trayendo la producción a Estados Unidos, añadió el portavoz.
Cavallo y los investigadores Paola Llamas y Franco Vásquez han hecho un seguimiento del precio de 359.148 productos, desde alfombras hasta café, entre los principales minoristas de Estados Unidos.
Descubrieron que los bienes importados se han encarecido un 4% desde que Trump comenzó a imponer aranceles a principios de marzo, mientras que el precio de los productos nacionales aumentó un 2%.
Las mayores alzas de las importaciones se observaron en bienes que Estados Unidos no puede producir, como el café, o que proceden de países muy penalizados, como Turquía.
Las alzas, aunque importantes, han sido por lo general mucho menores que la tasa arancelaria de los productos en cuestión, lo que implica que los vendedores estaban absorbiendo también parte del costo.
Sin embargo, los precios de importación estadounidenses, que no incluyen los aranceles, mostraron que los exportadores extranjeros han estado subiendo sus precios en dólares y trasladando a sus compradores estadounidenses parte de la depreciación del billete verde frente a sus divisas.
"Esto sugiere que los productores extranjeros no están absorbiendo mucho o nada de los aranceles estadounidenses, en consonancia con estudios económicos anteriores", señalaron en un blog los investigadores del laboratorio de ideas Budget Lab de la Universidad de Yale.
Los índices nacionales de precios de exportación muestran el mismo panorama. El costo de los bienes exportados por China, Alemania, México, Turquía e India ha subido, con Japón como única excepción.
Impacto total aún no se siente
La adaptación a los aranceles -un conjunto aún incompleto de gravámenes que empujó los impuestos a la importación de un promedio de alrededor del 2% a un 17% estimado- aún está en curso. Se considera que llevará meses más, ya que exportadores, importadores y consumidores se disputan quién paga aranceles por valor de unos 30.000 millones de dólares al mes.
Cavallo añadió que "no debemos esperar que se trate de un salto de una sola vez, sino que las empresas están tratando de encontrar maneras de suavizar el golpe" y estirar en el tiempo los aumentos de precios.
Los fabricantes europeos de automóviles han intentado, hasta ahora, absorber en mayor medida el impacto de los precios, pero empresas de consumo como Procter & Gamble PG.N, fabricante de detergentes Tide, EssilorLuxottica ESLX.PA, fabricante de Ray Ban, y Swatch UHR.S, fabricante suizo de relojes, han subido los precios.
Alrededor del 72% de las empresas de Europa, Oriente Medio y África rastreadas por Reuters informaron de subidas de precios desde que comenzaron las medidas comerciales de Trump, según un rastreador de Reuters. Solo 18 empresas han advertido sobre los márgenes de ganancia.
Análisis separados de Reuters de los sitios web de comercio electrónico Shein y Amazon ya mostraban fuertes aumentos de precios para los productos chinos vendidos en Estados Unidos, que van desde ropa hasta productos electrónicos.
La llamada política "antiinvolución" de China, en virtud de la cual se anima a los productores a reducir la competencia e incluso recortar la capacidad en sectores clave, podría echar más leña al fuego al frenar la oferta de bienes como los equipos de energía solar.
Todo ello ha preparado el terreno para una mayor inflación en Estados Unidos.
La Reserva Federal recortó su tasa de interés de referencia el mes pasado ante la preocupación de que el mercado laboral se esté debilitando, pero los responsables de política monetaria están divididos sobre si la inflación provocada por los aranceles desaparecerá o no.
El gobernador Stephen Miran sostiene que los aranceles no son inflacionarios y ha minimizado la preocupación por lo que llamó "cambios relativamente pequeños en los precios de algunos bienes".
Un cálculo de la Fed de Boston "a ojo de buen cubero" proyectó que los aranceles impulsarían la inflación subyacente en 75 puntos básicos.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que los aranceles representaban quizás entre 30 y 40 puntos básicos de la última lectura de la inflación subyacente del 2,9%, pero que el efecto debería ser "relativamente efímero"
El Instituto Peterson de Economía Internacional estimó que la inflación durante el próximo año sería un punto porcentual más alta que si no se hubieran subido los aranceles, pero luego retrocedería.
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Efecto en el comercio mundial
El resto del mundo, sin embargo, no tiene motivos para celebrar.
A medida que los consumidores estadounidenses luchan por seguir el ritmo de la subida de precios, es probable que la demanda por exportaciones se ralentice. Una encuesta de S&P Global a directores de compras de empresas de todo el mundo mostró que los nuevos pedidos de exportación se contraen a un ritmo creciente desde junio.
Las exportaciones de la Unión Europea a Estados Unidos cayeron un 4,4% respecto del año anterior en julio, el último mes del que se dispone de datos, y en Alemania bajaron un 20,1% en agosto.
La Organización Mundial del Comercio, por su parte, redujo su previsión de crecimiento del volumen del comercio mundial de mercancías para el próximo año a solo el 0,5%, alegando el efecto retardado de los aranceles estadounidenses. Los datos de envíos a Estados Unidos del Instituto Kiel también mostraron una clara tendencia a la baja.
Aunque todo ello puede reflejar en parte la fuerte concentración de pedidos a principios de año en previsión de los aranceles, también está suscitando cautela sobre las perspectivas comerciales.
El banco holandés ING prevé una reducción del 17% de las exportaciones de bienes de la UE a Estados Unidos en los próximos dos años, lo que costará al bloque 30 puntos básicos de crecimiento del PIB.
"El impacto esperado de los aranceles estadounidenses aún no se ha materializado", dijo Ruben Dewitte, economista de ING. "Prevemos que estos efectos serán más visibles en los próximos meses".